La civilización ya no existe. No hay Internet, ni televisión, ni móviles. Ya no queda nada que te recuerde que eres un ser humano.
Ahora sólo queda un objetivo: SOBREVIVIR.
Como Jared le prometió a Alba, al día siguiente hicieron las maletas para dirigirse a su nueva vida.
El camino fue bastante largo ya que debían esquivar los coches abandonados que se encontraban en mitad de la carretera. Finalmente llegaron a su destino y Alba no cabía de alegría en sí. El mar era mucho más bonito que en sus sueños.
Buscaron un buen sitio para vivir y juntos empezaron a construir su nueva casa. Encontraron dos caravanas, las cuales juntaron. Luego con la madera que encontraron construyeron un pequeño porche y colgaron luces entre las maderas. Enfrente se encontraba el mar, estaba en calma y el sonido del agua relajaba a Alba.
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Jared se acercó por detrás de la chica y la abrazó.
-¿Te gusta?
Ella giró la cabeza para mirarle y dijo:
-Me encanta.
Entonces acto seguido los dos se besaron deseando ver que les deparará el futuro. Al parecer son las únicas personas del mundo, es decir, serán el nuevo origen de la raza humana. Después de la sesión de besos, Jared se separó y miró a los ojos a Alba.
-No quiero volver a pasar una noche junto a ti...
Alba se quedó de piedra, no entendía porque reaccionaba así en esos momentos. Pero Jared continuó hablando:
-...si no eres mi esposa.
La chica emocionada se abalanzó sobre los brazos de él, estaba muy ilusionada con la idea. Cuando se separaron ella dijo:
-Nos podríamos casar en la playa.
La brisa hizo que algunos mechones de Alba se le fueran a la cara. Él se los apartó poniéndolos detrás de una oreja.
-Mientras seas feliz me caso hasta en un vertedero.
Aquella frase creó una sonrisa en Alba. Cada vez estaba mucho más enamorada de él.
