Juguemos a ignorarnos.

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Desperté y vi la hora, aun tenia un par de horas más.

En algún punto de la noche me gire porque Eric me abrazaba por detrás. Regrese a la posición que estaba originalmente lo más lento que pude para no despertarlo. Quede frente a el, sus labios estaban entreabiertos, sus párpados descansaban, y toda su cara emanaba paz, aun cuando en esta había un pómulo morado, y un labio lastimado. Cerré los ojos y volví a dormir.

Mi celular comenzó a sonar, enfoque la vista en el nombre del contacto y vi el de mi mamá, me levante lo más rápido que pude y conteste una vez que estaba en el baño.

–¿Hola? ¿mamá?

Hola hija, ¿como estas?

Bien, muy bien, ¿como están ustedes? Los extraño demasiado.

–Bien amor, hemos trabajado demasiado. Ahorita estamos en Brasil.

–Hay que fijar una fecha para vernos, los echo de menos.

También te extrañamos, hija. Pero ya sabes como es esto, tenemos viajes planeados los próximos seis meses, así que va a tardar.– Me decepcione una vez más al oír esto. Varias voces llamaron a mama del otro lado de la línea.– Me tengo que ir, tu papá te manda un abrazo y un beso. Te amamos, Kalli.

Antes de poder contestarle colgó, sentí un nudo en la garganta, respire hondo y trate de alejar las ganas de llorar que se albergaban en mi pecho.

Salí a mi habitación y vi a Eric sentado en mi cama, me dedico una pequeña sonrisa.– Era mi mamá.– Asintió.

–¿Como esta?

–Bien, están ocupados, trabajando.– Trate de sonreír.

Asintió lentamente.– Volvamos a dormir, aun tenemos tiempo.– Camine hasta el colchón y entre en el. Eric me volvió a abrazar, recargue mi cabeza sobre su pecho y lo rodee con mis brazos. El me sujetaba con firmeza, mientras mis lágrimas caían por mi mejilla. Acaricio mi cabello con una de sus manos, mientras masajeaba mi espalda con la otra.

El estar lejos de mis papás era demasiado doloroso, siempre que terminaba de hablar con ellos, un mar de llanto hacia presencia en mi vida.

Termine de lavarme los dientes y camine hasta mi armario. Escogí la ropa que usaría y la deje sobre el endredon. Cepille mi cabello frente al espejo y comencé a maquillarme para ir a la escuela.

–La regadera esta libre para ti.– Dije cuando Eric entro a mi cuarto.

–Gracias, Pitufina. Pero hubiéramos ahorrado tiempo si nos bañábamos juntos.–Rode los ojos.

–Si entrábamos juntos al baño, no hubiéramos gastado el tiempo en bañarnos, haríamos algo mas divertido. – Lo mire por el reflejo del espejo, enarque una ceja y guiñe.

–Para ser una pulga, hay demasiada maldad en ti, mujer.– Reí y el entro al baño.

Aproveche que se bañaba para cambiarme. Y para cuando del salio ya estaba lista. Tomamos nuestras cosas y salimos del departamento.

Fuimos a su departamento para que se cambiara. Jessica estaba enferma por lo que no asistiría a la escuela.

Tardo unos minutos y nos dirigimos a la Universidad. Teníamos juntos la primer clase, nos sentamos en la mesa, trate de apuntar todo lo que decía el profesor, pero Eric me molestaba, moviendo mi cuaderno, lo que provocaba que mi letra fuera ilegible. Lo golpee varía veces pero no se detenía.

Empezamos a jugar gato en mi libreta, siempre le ganaba, por lo que se frustraba y yo soltaba pequeñas risas.

Una vez que se acabo la clase, nos separamos dirigiéndonos a diferentes aulas. No teníamos más clases juntos, y nuestro descanso no coincidía todos los días, y hoy era uno de esos.

Después del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora