Capitulo uno:vida de trabajadores

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Tokio, una cantidad de gente desmesurada yendo a todas partes corriendo. Tenía que admitirlo, me habia acostumbrado a vivir en Kadic, donde no habia tanta gente ni tanto bullicio. Pero tras 4 años me habia acostumbrado.

Tras terminar el instituto, busque universidades en Francia y mande una solicitud a una universidad de medicina que mi abuela me habia propuesto. No queria irme pero me dijeron que tenía posibilidades de entrar y, hice el examen.

Oi el pitido del metro y corrí para entrar, no queria llegar tarde al trabajo. Entraba a las siete y salia de casa a las cinco y media, pues tenía que coger muchos trenes para llegar, vivía lejos. No me podia permitir un apartamento en el centro de Tokio y por donde habia conseguido el piso no habia trabajo como enfermera. Una cosa que odiaba de Japon, la cantidad de gente que habia en el tren en hora punta, era estresante. A la hora de salir iba dando pequeños codazos una parada antes, para poder llegar a tiempo a la puerta. Los primeros dias me pase de la parada y tuve que coger otro tren y volver a la estación, lo que me hacía llegar tarde.

Llegue a la puerta y Sali junto a un montón de gente más.

Sali a la calle y cogi un autobús, por suerte no estaba abarrotado, ibamos un poco justos de espacio pero no apretados.

Llegue a la entrada justo a tiempo y me cambie en mi uniforme y puse mi tarjeta colgando de mi cuello “Enfermera Ishiyama” Hoy me tocaba la planta de los niños y, probablemente, era la mejor.

“Estúpido tráfico” Daba igual a la hora que salieras, siempre habia tráfico. A pesar de llevar en Berlín tres años, seguía odiando cada segundo que me tiraba en el tráfico.

Podria haberme quedado en Kadic, pero mi padre decidió que era hora de que volviera a mi Alemania natal y aprender a llevar la empresa familiar. Empresa dijo mi padre pero en realidad era una multinacional que manejaba unas cifras enormes.

Vi al coche de delante moverse y avance. Parecia que el atasco habia acabado y el trafico fluía rápidamente. Mire la hora, parecía que iba a llegar a tiempo. Vi que nos parábamos otra vez. Eche la cabeza hacia atrás, no tenía que haber dicho nada, era gafe. Mande un mensaje a mi padre. “Papa, no sé si voy a llegar a tiempo, hay un atasco terrible” Suspire. Me acorde del tráfico fluido de Cadi, últimamente me acordaba mucho. Sentia que queria volver alli, pero ahora que por fin mi familia era feliz. Mama estaba eufórica de tenerme cerca y papa me prestaba atencion, pero a cambio me tuve que despedir de mis amigos y del amor de mi vida. Ahora tenía una novia pero era mi padre el que nos habia presentado y al principio fui bastante frio pero ahora la queria mucho. Oi el tono de los Subsonics y la persona que me llamaba era Miranda

-Hola cariño-dijo contenta

-Hola

-Estas molesto por algo ¿Qué es?-no sabía que habia sonado molesto

-Estoy en un tráfico terrible, y tú que tal

-En casa, limpiando

-¿Tu limpiando? ¿Y las asistentas?

-Hoy es su dia libre cariño

-Si es verdad-vi que los coches se movían-Cariño los coches se mueven, nos vemos.

Tras tanto tiempo en el atasco conseguí salir de alli y llegue al edificio de mi empresa. Me apresure en entrar, con suerte mi padre no me mataba.

Oi el despertador pero lo ignore. Tras lo que a mí me parecieron 5 minutos decidi levantarme. Mire el despertador ¡las nueve! Tenía que entrar a mi trabajo a las siete. El jefe me llamo

-Della Robbia, ¿Dónde te has metido?

-Em, me he quedado dormido

-Es la quinta vez en un mes, sabes que, quedate dormido porque ¡estas despedido!

-No, señor por favor-oi los tonos que indicaban que acababa de colgarme.

Era el quinto trabajo del que me despedían este año. Me habia licenciado en empresariales, pero luego hice un curso de cinematografía que era lo que me gustaba de verdad. Aun me acordaba de los cortos que hacía en Kadic sobre Sissi, me encantaba hacerlos.

Oi las llaves en la cerradura, me escondí debajo de la cama. Oi pasos e intente encogerme lo máximo posible. Vi sus manoletinas pasar y aguante la respiración.

-Della Robbia sal de debajo de la cama no tienes cinco años.-Vi su cara delante mía

-¿Cómo lo has hecho?-dije saliendo de debajo de la cama

-Dos cosas-me miro con esa mirada de superioridad que tanto odiaba cuando la usaba conmigo-a) la cama está caliente b) el telefono está en la cama.

-Te odio, Sissi

-¿Te han despedido?

-Si-me tire en la cama

-Te dije que en Roma no ibas a tener ninguna oportunidad. Nos teniamos que haber quedado en…

-Sissi, ahora no, vale

-Lo siento-se tumbó a mi lado-tranquilo, ya encontraremos algo. Pediré más horas en el supermercado

-Sissi, siento que tengas que pasar por esto

-Odd, estamos juntos en esto, ¿vale?-me beso

-Sí, te quiero.

-Por dios-grito Jeremie aporreando el claxon

-Jeremie tranquilízate-dije entre risas mientras miraba el movil

-Ni tranquilízate ni leches, llevamos media hora aquí y nos hemos movidos dos centímetros. No vamos a llegar.

-Jeremie, te estresas por nada, llamo y nos lo pasan a otro dia o que nos lo dejen sin dia y ya vamos cuando queramos-le bese en la mejilla.

Ahora que vivíamos en pleno centro de Paris los viajes a cualquier lado eran eternos, no teniamos que habernos mudado pero Jeremie insistía en que me vendría bien un cambio de aires, pero eso decia el.

Odiaba el centro, siempre habia gente, todo era caro y habia trafico siempre. Y todo eso ponía a Jeremie de los nervios y lo acababa pagando yo. Creo que dijo lo de mudarnos porque todos se habian ido de Francia y el sabía que eso me afectaría, eran la única familia que me quedaban. Solo esperaba verlos pronto.

¿Cortito? Lo sé pero intentare que el siguiente capítulo sea más largo y mejor. Si tenéis algo que decirme sobre ella, decidmelo.

CODE LYOKO: DREAM OF A LIFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora