La Fuerza Del Destino

Ceremonia legendaria

La persona que veo en el espejo no tiene nada de mi, pero... ¿Quién soy yo en realidad? ¿acaso soy la niña tímida y miedosa que fui antes de la muerte de mi madre? ¿Soy la adolescente rebelde que fui cuando mi padre trató de unirme al Uchiha? ¿o soy esta que miro en el espejo ahora? una mujer que no sabe que pasará, que pronto se unirá a un hombre que por azares del destino llegó a su vida, ¿seré feliz? ¿soy feliz ahora? Lo único que sé es que me convertiré en su esposa, bien pude negarme y huir, sin embargo, estar con él y pensar que pudiera compartir el resto de nuestras vidas me hace tener el corazón rebosante de felicidad, ¿él sentirá lo mismo? siento mi cuerpo intoxicado por un extraño cosquilleo que recorre mi cuerpo desde la coronilla hasta la punta de los pies, aún siento el calor de su cuerpo contra mi piel mientras me abrazaba en el salón

Recuerdo de Hinata

Estábamos en el salón frente a los padres de Naruto, por una extraña razón, ya no conocía a la madre de Naruto, ella siempre me dijo que me apoyaría sin importar la decisión que tomara, sin embargo...

Naruto - lo siento, ella no quería escucharme y no tuve más remedio que decirle, sé que es apresurado pero aún así debía enterarse ¿no? - dijo a sus padres con preocupación.

Kushina - si... eso... - dice un poco molesta sosteniéndose la nariz con los dedos - ¿sabes Hinata? esos eran secretos familiares... y ahora no... puedo dejar que te vayas.

Hinata - entiendo.... - dije sin levantar la cabeza, ya no podía mirarla a los ojos sin sentirme triste, por un momento había sentido que esa mujer me quería como una verdadera hija, pero ahora estaba viendo por su propio hijo y su clan, eso lo entiendo, pero, me duele que la actitud de Kushina cambiara tan de pronto, y por tonto que parezca sentía como si perdiera a mi madre de nuevo, tenía un nudo en la garganta y no quería que vieran las lágrimas salir de mis ojos, así que hundí mi cara en el pecho de Naruto, quería sentirlo cerca, su calor siempre me ha hecho sentir mejor, sobre todo cuando sentí sus brazos rodeándome, yo solo pude sollozar más fuerte.

Naruto - bien, ya la han obligado ¿y ahora qué? - dijo muy molesto

Kushina - yo... - dice con tono de tristeza

Naruto - no te acerques mamá, no quiero que se acerquen a ella - dijo serio mientras me tomó por los brazos para levantarme sin separarme de él ni un solo instante, yo no aparté la cara de su pecho no quería que vieran mi rostro enrojecido, me cargó en brazos sacándome de ahí

Me llevó al jardín acercándome a una banca de piedra, me bajó delicadamente para que me sentara a su lado.

Naruto - perdóname Hinata, yo no quería que las cosas pasaran de esta manera - dijo con la mirada en el suelo

Hinata - no te... preo...cupes... - apenas podía hablar entre sollozos - yo... - respiré profundamente para disminuir los sollozos al mínimo - yo... debí escucharte, sin embargo, acepto - dije mirándolo tímidamente a los ojos, sé que mi aspecto es terrible, y ahora me siento una tonta por ser tan estúpidamente llorona

Naruto - te refieres a... - dijo abriendo los ojos de la impresión

Hinata - si Naruto, si tu petición sigue en pie, acepto quedarme contigo y ser tu esposa, te prometo que daré mi mejor esfuerzo para que tengamos una vida feliz, tu has dado tanto por mi y quiero de verdad poder agradecerte de alguna manera - le dije mirando sus hermosos ojos azules llenos de sorpresa

Fin del recuerdo

Ahora que me veo a este espejo de cuerpo completo miro en el reflejo a las mucamas que me visten cuidando cada detalle de mi atuendo, parece que me han puesto un broche dorado con camelias rojas que ha pasado de generación en generación, por alguna razón me parece hermoso y absolutamente familiar, no puedo recordar de donde, me miro al espejo, el maquillaje que me han puesto me hace ver radiante, me veo y siento como una verdadera princesa, digna del nuevo líder de uno de los clanes más poderosos y antiguos de la civilización shinobi, y me siento más decidida, ahora le entregaré mi vida a este hombre, él que ha sido el único que ha podido hacerme sentir de esta manera, me hace sentir querida, especial, ¿le amo? claro que si, no tengo duda alguna, ¿Cómo podría no amarlo? nadie en esta vida estaría dispuesto a tanto por mí, lo sé, y ahora sé también que estoy dispuesta a todo por él, quiero ser capaz de hacer que él también se consuma es esta hermosa sensación que me provoca.