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Eran las dos de la mañana cuando un fuerte olor me despertó. Sobresaltada, me levanté y corrí a la cocina para revisar las hornallas, pero el olor no salía de mi departamento.
Salí al pasillo y vi a muchos de mis vecinos ahí en pijamas, tocando las puertas de los que no se despertaban por el tremendo olor a gas. Todos empezaron a bajar las escaleras cuando lograron despertarlos pero algo no andaba bien.
A mitad de escalera me di cuenta de que tía Amethyst no estaba con el resto de los vecinos, me di la vuelta y empecé a correr al departamento de ella, linda sorpresa me llevé al chocar con una pared de olor a gas al abrir la puerta.
Grité su nombre pero no había respuesta de ella, el olor era cada vez más fuerte y yo me sentía cada vez más débil, tenía que encontrarla.
Se me dio por entrar a su habitación y ahí estaba, tirada en el piso sin moverse y con una mano en su pecho.
Entré en pánico, estaba pensando lo peor, quizás el dióxido de carbono la desmayó.
Con toda la fuerza que quedaba en mi cuerpo, la levanté cargando su peso contra el mío y salí del departamento. La cosa sería bajar las escaleras con tía Amethyst a cuestas.
Grité lo más que pude y lo que daban mis pulmones para que alguien nos ayude.
Mis ojos estaban cada vez más pesados y había partes de mi cuerpo que no sentía. Todo se volvió negro.
Cuando abrí los ojos me pegué el cagazo de la vida. No estaba en mi habitación y unos ojos medio grisáceos me miraban fijamente de muy cerca.
Intenté levantarme de la cama pero unas manos me agarraron y me volvieron a acostar. ¿Qué hacía Jared acá?
- Quédate quieta, te has golpeado la cabeza -me susurró-.
- ¿Qué...? ¿Qué pasó? ¿Qué hacés acá?
- Me llamaron desde tu teléfono a las 4 am, llegué ayer. Me dieron un buen susto cuando me dijeron que estabas en el hospital -ahí, justo en ese momento, me acordé qué había pasado-.
- Tía Amethyst, ¿cómo está ella? -pregunté desesperada-.
- Ella está bien, la salvaste
- Tengo que verla -intenté levantarme pero él me volvió a empujar a la cama-.
- Lo que tienes que hacer ahora es descansar
- Ya descansé mucho, Jared -refunfuñé-.
- Hazme caso -me miró serio-.
- Está bien
Nos quedamos hablando durante un largo rato, me contó que Rachel se había aparecido en su departamento y que estaba enojada porque le había cambiado la cerradura. O sea, más idiota no podía ser esa mina, por el amor de Dios.
- No te ves tan triste como pensé que ibas a estar
- Confundí acostumbramiento con amor. No la amaba como creía. Lo que me dolió fue que me usara de esa manera.
- Las modelos terminan siendo tan predecibles -comenté poniendo los ojos en blanco-.
Cuestión, por el golpe que me di en la cabeza al desmayarme me tuve que quedar un día más y al volver a casa me quedaba hacer reposo. Jared pidió unos días en el trabajo y se quedó en mi casa para cuidarme.
Amethyst estaba lo más bien, solo se desmayó por la inhalación del gas y no había tenido un infarto como yo creía.
Jared como enfermero era... bueno, estaba muy pendiente de mi, tanto o más que mi vieja cuando me enfermo.
- Jared, estoy bien -le supliqué-.
- No puedes levantarte de esa cama todavía
- Pero me aburro como una ostra
- Mira una película -dijo mientras se levantaba de la cama-.
- ¿Y si -le agarré la mano y tiré de él hasta que cayó encima mío-, miramos juntos una peli?
Jejeje espero que hayan disfrutado del maratón en cuanto tenga un tiempo voy a escribir una buena reserva de capítulos porque no tengo más nada escrito después de esto y como vieron en mi perfil (si es que llegaron a chusmear) tengo un book de covers (Wonderland Covers) y también estoy trabajando en la editorial Carousel como jefa de portadas, así que estoy un poco bastante ocupada, prometo que esta semana intentaré subir dos capítulos.
Espero muchos votos y muchos comentarios de su parte. Los quiero muuuuuuucho♥
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Querido Extraño {TERMINADA ✔}
ChickLitCuando pensas que es imposible, pero termina siendo cierto