El uno en el otro.

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Puta madre. Puta madre. Puta madre. Puta madre. Yo no era grosera pero puta madre.

¡Puta madre!

Me quede no más de dos minutos viendo, pero es mucho tiempo, alcance a ver como movía la cabeza sobre la vagina de Gio, la oí ronronear y me encabrone. No quise seguir viendo y me regrese, él ya estaba sirviendo cuatro vasos de la botella

-¿oye dónde están? ¡Vengan que aún les falta!- grito para la dirección de la cual yo volvía.

Tome mi vaso de plástico y me lo tome de fondo, sin refresco, sin hielo. Imbécil le puso mucho. Me quemo como el demonio al pasar por mi garganta.

-Oye tranquila cerebrito, te lo vas a freír y el hígado también si tomas así –no le conteste, volteé los ojos y tome el otro vaso y de nuevo. Fondo. Para mi primera vez haciendo tanto me sorprende que aún no vomitara, pero ya sentía el alcohol en la garganta.

-Bueno, vamos a ver qué pasa – y que también se toma un fondo, abrió los ojos como platos al dejar el vaso vacío. Y luego otro. –A veces solo es acompañar a los demás en su desgracia, aunque no sé qué te pasa, tienes cara de los mil demonios. Eso me hizo reír y él me sonrió de vuelta, sirvió otros vasos y seguimos tomando.

Vomite. Vomite. Vomite. Vomite. Dios. Vomite tanto que estoy segura que saque todo el alcohol, la comida, el desayuno y el sentimiento que me provoco estar así. Incluso Gio tuvo que dejar de hacer lo que hacía porque tenía que cuidarme. Aja, Rubén la había llamado porque yo no dejaba que se acercara a verme vomitando. Ella ni en cuenta que yo estaba sacando las entrañas.

Pasaron a comprarme una botella de agua mineral que casi me tapan la nariz y me abren la boca para obligarme a tomar, me acostaron en el asiento de atrás y Rubén se fue conmigo porque estaba tan ebrio que no podía conducir, y Alan que había estado ocupado quitándole el Himen a Gio estaba más consiente que él. Yo estaba emberrinchada por que Gio estaba de copiloto, ¡pero como no! Ya se habían hecho uno, o bueno, el uno se insertó en el otro.

Aun así Rubén no dejaba de sonreírme diciéndome que para la primera vez que tomaba y acabarme media botella, con varios fondos a secas, que no fueron solo dos y más aparte las cervezas, se sorprendía que no quedara en el hospital, y bueno, yo me sentía que para allá iba a dar así como andaba. Todo me daba vueltas, pero Rubén tenia bonita sonrisa si la veía desde abajo como estaba. Alan aparco en su casa y metió a Gio y que me levanto tan rápido que hasta me maree, pero Gio ya estaba dormida y no podía llegar así a su casa, ¿y a mí? ¡Ha mí que me lleve el diablo! No tenía nada que reprochar. Me pasaron al asiento del copiloto, porque aunque podía caminar me meneaba mucho. Los escuche hablar de que se cuidara, que manejara despacio, que cualquier cosa contaba con él y blah blah blah, deje de oír, conecte mi celular que reproducía música que no me gustaba y puse Simple Plan y Welcome to my life empezó a sonar, y me la se de memoria, en eso se sube él y yo cantando "bienvenido a mi vida" a todo pulmón haciendo de mi puño un micrófono.

Él no se la sabia, pero intentaba cantarla y se reía conmigo, iba manejando muy lento, todavía había campo y faltaba un poco para llegar a mi casa. Él me dijo que iba lento adrede para que se me bajara y que actuara más normal, yo me reía y lloraba, tal vez por eso me lo decía, andaba ida. No le había soltado la sopa porque estaba intratable, yo tomaba reía, me encabronaba, veía las estrellas y me volvía a reír y llorar, súper fuera de control y aún estaba así. Y que pienso, ¿y si yo tampoco termino virgen el día de hoy? Tengo tanto alcohol aun fermentando en mí que por eso pienso así pero, siendo lógicos, yo siempre rechazo a mis pocas probabilidades, y así como voy antes me rompo el himen yo solita antes de que deje que alguien me pretenda.

Me volteo y evaluó posibilidades. Tampoco va bien, va súper atento en el auto, cuidando no matarnos, tiene los ojos entrecerrados, seguro por el sueño, ya son como las 3 de la mañana o más. Mal como los demás no está, tiene labios gruesos, piernas y brazos anchos, más bien fornidos. Musculosos. Espalda ancha. Tez apiñonada y pestañas chinas, pero pequeñas así que no destacan tanto.

-oye... deja de verme así que me desconcentras. –y no necesite nada más. Que me quito el cinturón de seguridad y que le zampo un beso, mi primer beso con un hombre. Y yo sabía que eso no iba a acabar en un solo beso. No después de que me correspondió y bajo aún más la velocidad.


Un cuerpo sin valor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora