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2013.

Para la tan complicada mente, vida y el vivaz corazón de Gian, alguien logró cautivar todo de ella, y eso era tan maravillosamente extraño; porque nunca había sentido eso en su corazón o estómago.

Era especial, al menos en ese momento lo sentía así, ese joven de tez morena, ojos verdes, dientes imperfectos, cejas gruesas y bien definidas, cabello lacio y rubio castaño, y una silueta delgada adueñadas de unos cuantos tatuajes, había atraído completamente la visión y a penas el corazón de Gian.

Era dos años mayor que ella, eso lo sabía porque lo había visto junto su amiga Alex, y definitivamente quería aprovechar ese hecho, aunque le daría tanta vergüenza preguntarle algo a su nueva amiga, lo intentaría porque en serio el había causado una cierta curiosidad en ella.

La verdad que cuando se atrevió a preguntarle sobre este chico a Alex, se sorprendió de su respuesta.

A Alex le gustaba Bernard.

Su corazón recién abierto a un posible amor y amistades, sintió romperse en pedacitos.

Entonces cuando su amiga le preguntó por qué le interesaba como se llamaba aquel de verdosos ojos, Gian no tuvo más opción que decirle que le agradaba un amigo de el, que actualmente ya sabía su nombre; Patricio.

Alex parecía sorprendida en cuanto a lo que Gian alegaba.

Al poco tiempo ese tema era gracioso, porque Alex le confesó a G, que hace mucho tiempo no sentía nada por Bernard, si no que le agradaba Pat, y G soltó todo el aire que había aguantado tanto todo ese tiempo que había pasado desde la ultima conversación sobre sus sentimientos y logró decir también su verdad, que ella nunca gustó de Pat, que comenzaba a sentir cosas más fuertes que un simple gusto por Bernard.

En realidad esto logró endurecer esta amistad, que ambas esperaban fuera para siempre.

Que ingenuas eran ambas, pero G solo tenía 13 y A 15.

Pero ¿para qué mentir?, A en serio parecía dispuesta a hacer que esta relación durara mucho tiempo, porque ella en el poco tiempo que conocía a G, le tomó cariño. Y por esto, hizo lo posible para hacer que Bernard se fijara en la aún niña de 13, que tenía un gran corazón y sinceras intenciones.

¿Qué rayos pensaban ambas en querer seguir con esto?




Se que nadie me lee, pero subiré otro capitulo por dejar este proyecto tan abandonado.

Gracias de todas maneras a las cuatro o tres personas que lean esta historia, yo y G apreciamos mucho esto.

xoxo,

bea.

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