6.

25 0 0
                                    


Thought.

Mi corazón duele. Todo duele.
¿Siquiera podré explicarlo? Es extraño, es demasiado estresante, ya no se que hacer.
Había dejado de pasar, de verdad creí haberlo superado.

No quería que nadie lo viera, no quería que nadie me viera así.
Tan débil.
Tan frágil.
Tan susceptible.
Tan dañada.

Es complicado, mientras menos quieres pensar en esto, más probabilidades hay de que salga a flote; de que te explote en la cara.

Simplemente trate de calmarme, trate de dejarlo pasar, de superarlo, porque no quería que ellos me vieran así, no quería que nadie me viera así.
No quiero que piensen que por esto soy una broma. Ni que esto es una broma.

Lo que siento es tan inexplicable, pero duele mucho. Quiero controlarlo, quiero hacerlo, pero el me controla a mi.
Sentía que no podía hablar, tampoco era como que yo quería hacerlo, pero no podía hablar.
Si tan solo levantara un poquito la cabeza, para pedir ayuda. Pero tampoco podía.
Si tan solo pudiera zafar mis manos de lo que las tiene tan quietas. No podía. Quería mover mis dedos, pero estaban atascados.

¿Por que no podía?

La mano que tapaba mi boca de temblar y que omitía la salida de mis sollozos era la única que podía moverse un poco, al menos así lo sentía.
Y trate, trate de mover esa mano que cubría mis labios, y pude moverla, muy lentamente pero lo estaba logrando.
Mientras movía la mano, mi cabeza caía más y mi cabello cubría más mi cara; mejor así, nadie podía ver mis ojos inflamados de mi previo llanto silencioso, ni mi nariz roja de lo mismo, o mi cara completamente llena de no solo lágrimas, si no de miedo, estrés, de muchos sentimientos.

Cuando lo logré, el mover mi mano, logré pedirle ayuda a la única persona a la que pude y en quien confiaba. No podía confiar en nadie más algo así de íntimo, algo que a mi persona solo la haría más vulnerable al mundo.

Ella pudo ayudarme, al menos a no hacerme daño a mi misma, y a calmarme un poco. Pero aún así mientras ella acariciaba mi mano para que me tranquilizara manteniendo todo en silencio, para que nadie lo notara, aún así no quería moverme de donde estaba, además no podía realmente hacerlo.

Esperamos a que se vayan las personas a nuestro alrededor, y lo único que yo trataba de hacer era de por lo menos lograr que mis manos dejaran de aferrarse a si mismas y se pudieran soltar.
Mientras, ella solo trataba de despertarme de mi mundo para poder salir de donde estábamos y poder hacerme ver por alguien, o tan solo tomar aire.
Pero yo realmente no podía moverme, mis piernas no funcionaban.
Y cuando me di cuenta, que no me hacían caso mis propias piernas, sentí la más grande impotencia que nunca antes pude haber sentido. Y mi llanto comenzó a salir a flote.
Comencé a temblar de nuevo, sentía que me iba a desmayar si alguien me veía, si no podía caminar.

Pero no funciono lo que yo quería. Porque, todos me vieron, al menos las personas que aún quedaban en este lugar.

Ella trató de ayudarme a pararme de mi asiento, pero no podía de verdad, y necesitaba ayuda aunque me diera miedo pedirla, aunque no confiara en entregar una parte de mi a alguien más.
Y así fue como mientras estaba luchando contra esto, ella pidió ayuda de su pareja y de nuestro tutor, me sentía muy vulnerable.
Pero tenia ayuda, y la necesitaba, aunque no podía siquiera decir una palabra de manera concisa.

Pero ni bien mi pie toco el piso en el exterior, sentí que todos me atacaban, quizás sólo era producto de que aún esto se apoderaba completamente de mi cuerpo y mente, o quizás era por las miradas de los demás.

Que dolor que no puedan ni personas que amo acercarse a mi.
Y lo único que quiero decirles..
Por favor no te acerques que tengo miedo. No quiero que me hagas daño como esto que tengo.
No me asfixies, me siento acorralada.

Y lo que más me estresa de todo, es que siempre pregunten lo mismo, todos.
¿Estás bien?
¿Si estuviera bien usted cree que yo no podría mover mis piernas? ¿Usted cree que no podría mover mis dedos y manos? ¿Usted cree que mi cuerpo se contraería y quisiera tratarse de hacer daño? ¿Usted cree que no podría mover mi boca y peor aún efectuar algún sonido o pronunciar alguna palabra?
¿Usted realmente creería que yo estoy bien? ¿Cuando yo no tengo control en ninguna parte de mi? ¿De mi cuerpo, mente o corazón?

Y lo peor, es que usted lo sabe, ¿no es así?

No, espera, lo peor realmente es que te digan que debes hacer.
Si, totalmente.
Como si el que usted me diga:
Tiene que poner de su parte, afrontar las cosas y tratar de que no pase.
¿Usted realmente cree que eso va a funcionar?
Que ganas de gritar, porque ¿cree que yo no trato? ¿Que yo no pongo de mi parte lo suficiente para venir y dejar que usted, alguien que no siente lo mismo que yo me vea así?

Eso. Eso es lo peor.
Porque si ya de por si que esto se apodere de mi y no me de potestad a mis acciones y emociones es horrible.
Imagina que alguien más, ajeno a esto no te ayude con más que decirte que debiste de hacer para que no pasara a más.

Esto cansa.
Esto duele.
Y el hecho de que muchos piensen que esto no es la gran cosa, que no es importante, que solo depende de uno, duele más, cansa más, estresa más.
¿Quién me va a comprender entonces? ¿Quien me va a apoyar entonces?

¿Ansiedad, puedes dejar de apoderarte de mi?
Por favor, quiero vivir.
¡Déjame de asfixiar!

ThoughtsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora