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2013.

Ese año no fue tan malo al final del tiempo, porque a pesar de unos que otros problemas normales en su familia, sus mini peleas con su pequeña hermana Annie, y tratar de llamar la atención de Bernard; tuvo muchas cosas buenas.

Cosas buenas como, cuando Bernard la miraba, o ella sentía que la miraba. Como cuando ella y Alex se hacían más y más unidas. Como cuando se divertía leyendo, o escuchando música.

O como cuando lograba verse con su gran amiga de la infancia Fiorella, que a pesar de vivir tan lejos desde hace poco, seguían hablando tan cómodamente como siempre.

Tenía sus pequeños momentos felices junto a unos que otros amigos que comenzó a hacer en el instituto.

Pero era inevitable no tener problemas en su vida. Sus padres comenzaron a tener peleas seguidas, ella comenzaba a darse cuenta que su padre había dejado desde hace unos años de darle amor y cariño.

Comenzó a dolerle el pecho, a sentir como su cuerpo se ponía débil poco a poco; ciertamente sin que nadie sepa, tan solo ella misma.

Guardaba sus dolores para su corazón y nada más. Ni su tan preciada amiga lo sabía, le dolían muchas cosas, cosas que quizás eran insignificantes pero realmente destrozaban su corazón, su salud mental y física con el tiempo.

¿Como puede ser que el cerebro o tal vez tu corazón, pueda provocarte tantos problemas en su totalidad?

Pero entre dolores y risas, momentos especiales, paso el año.

Un año de el comienzo de la terrible "pubertad", que por ley de la vida debía de pasar sin quejas.

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