Evangeliza.

"Eres tan odiosa".

Para cuando amaneció Kaname seguía dormida. Dieron las nueve de la mañana cuando ella despertó por el sonido del timbre de su casa. Se levantó de la cama sentándose en la orilla.Sé tallo los ojos y miro al alrededor con una mirada llena de cansancio y confusión por el sueño que había tenido anteriormente.

-Supongo que Mamá sigue dormida. -Bostezo y estiró sus brazos para después levantarse y ponerse los primeros zapatos que encontrase. Bajo las escaleras aún en pijama y abrió la puerta-. ¿Uh?

-Hola. -Sonrió-. Perdona que haya venido a verte a esta hora pero vengo a entregarte el formulario para los clubes. -Dijo levemente sonrojado-.

-Masaru.. -Se puso nerviosa al instante en que lo vio-.

-¿Puedo pasar? -Pregunto respetuoso.-

-Claro. -Sonrió y se retiró levemente abriéndose para que pasará-. Adelante..

-Gracias. -Entró y se quedó esperando a la chica-.

Kaname cerró la puerta con cuidado para no hacer ruido y despertar a su madre. -Toma asiento porfavor. -Sonrio y señaló los sillones de la sala de estar que se encontraban inmediatamente de la entrada Principal-. ¿Un formulario?.

-Así es un formulario de entrada a cualquier club  al que quieras entrar. -Dijo sonriente-.

-Gracias Masaru.. -Le devolvió la sonrisa y posteriormente tomo los documentos entre sus manos-. Los leeré.

Después de analizar bien los documentos y hablar un poco con Masaru Kaname optó por ir a pedir una segunda opinion. Le dijo al joven que la esperará y el chico obediente esperó. La joven subió las escaleras y camino con cuidado para hacer el menos ruido posible.

-Debo entrar sin hacer tanto ruido. -Susurro afuera de la habitación y jalo la manija y sin entrar completamente busco con la mirada-. -¿Uh?,¿no está?. -Entró y soltó un grito ahogado de horror y preocupación-. ¡Ahhhh!

-¡Kana! -Grito desde la sala preocupado el joven Masaru-. ¡Kana! -Subió rápido las escaleras y en el pasillo se detuvo a pensar de dónde provenía el grito-. Evangeliza.. -Susurro y fue a donde el creyó que estaba la joven-.

-¡Madre! -Grito y la intento levantar-. Madre porfavor.. -Comenzó a llorar asustada-.

-¡¿Que ocurrió?! -Preguntó y sin pensarlo dos veces tomó a la mujer inconsciente y la cargó-. Vamos..

Kaname y Masaru bajaron las escaleras a toda velocidad. Masaru saco de la bolsa de su pantalón las llaves de su auto y antes de salir de la casa oprimio el botón para que se abriera. Dejando la puerta abierta se subieron al automóvil y partieron hechos una furia en dirección al hospital-.

Pasaron cuatro horas y Masaru junto con Kaname no regresaron a la casa. Asmo pasaba por la casa de Kaname ya que iva en dirección a la suya. Se percató de que la puerta estaba abierta y lo primero que pasó por su cabeza era que Masaru le haya hecho algo a Kaname y a Nabiki la madre de Kaname.

-¡Ese idiota! -Grito furioso y corrió directo a la casa. Entró y se dio cuenta de que no había nadie-. Vaya.. -Suspiro más aliviado-. Se metería en problemas con el Olimpo si le llegará a hacer daño a Evangeliza la mezcla de las cuatro poderosas diosas del cielo. -Se sentó en el suelo y miro hacía el frente seco y frío-. -Eres tan odiosa Kaname.