Tiempo. No es otra cosa más que tiempo lo que necesito contigo, largas horas en las que pueda abrazarte, besarte o simplemente mirar lo que haces, porque pienso que no hay nada más bonito en este mundo con semejante belleza. Cuánto daría por un tiempo ilimitado a tu lado, y aún más por una máquina que me permita retroceder al pasado, y no para otra cosa que no sea poder conocerte antes y así enamorarme mucho mejor. ¿Qué te parecería si me hiciera adicto a tus besos o a tus labios en sí; que me enamorase de tus ojos, de tu pequeña nariz o de tus mejillas, esas que andan siempre coloradas? Cuánto daría por un hueco en tu corazón o un rato en tu día a día, aunque solo fuera para mirarte, aunque solo fueran unos segundos. Me valdría la pena todo aquello que de un modo u otro haga que tú y yo estemos unidos por un lazo invisible del cual nunca nos podamos librar, porque a cada momento y segundo, cada día y noche, no puedo pensar en otra cosa que no seas tú, tú y tú.
