¿Qué me pasaba?
¿Eras tú Van?
No,la verdad,jamás había estado así,medio loca,medio feliz.
La felicidad me colgaba del primer botón de la blusa,mis ojos brillaban más que mil faroles en un campo de minas,la piel se me descocía cuando alguien pronunciaba su nombre, y el corazón se me había escapado por sus besos,las miradas robadas,los cúmulos de madrugadas en las que a él, le corrían sobre sus ojeras,las lagrimas más puras que había visto.
Cada mañana al despertar, saber que una pequeña alma me iba queriendo,sacaba la mejor sonrisa que yo haya de tener.
¡Ya basta! Me decía a mí misma.
Pero eso no era suficiente,para sacar su imagen de mí cabeza,la que me hacía cosquilla en el silencio,cuando él se encontraba ausente.Yo no era de levantarme temprano los fines de semanas,y creo que nadie lo hacía pero,los días que tenía que ir a la escuela,eran terribles.
Esperaba siempre los viernes en la noche para emprender mí pequeño viaje de cada semana. Al pueblo de lirios amarrillos y de la flauta de millo,de la familia de músicos,si a ese;puesto que el colegio donde estudiaba se encontraba en la ciudad y era algo así como tener dos casas,suena raro,pero,de este modo transcurría mí vida,una rutina que lo dejaba de ser,cuando Balstjo aparecía por mis ojos.Recogía mis libros y mi pequeño kit de maquillajes,eso nunca podía faltar,y en menos de una hora llegaba,dependiendo del tráfico.
Balstjo siempre se alegraba,cuando se enteraba que yo ya me encontraba ahí y me decía : "Ahora si te tengo cerca" .
Me ruborizaba y solo sabía sacar una sonrisa.
Me daba vergüenza ,pero no podía retener las palabras por decirle que se pasara por mí casa. O si era más preciso,que él me preguntara:
- ¿Puedo llegar?
-Si -contestaba emocionada-
-Pero,es qué... -su voz era pausada y demostraba su timidez-
-¿ Es que? ¿Qué pasa? -preguntaba yo-
-No es nada.
-¿Entonces?
-Es que hay gente ahí afuera,y tu sabes,me da pena llegar.
-Ven,no importa -insistía en un tono persuasivo-
Y así duraron diez minutos,hasta que por fin,sus brazos me guardaron en su pecho,y sus labios rozaron mis mejillas.Esa noche,me pareció señera,se había puesto en mí cielo una estrella más.
Solo puedo recordarlo,cuando se agazapaba y de su boca no salía algo más que no fuera una sonrisa.
Tampoco olvido la ropa que traía puesta,un pantalón corto,le quedaba por encima de sus rodillas,un sueter de algodón, azul turquí,en el que estaba pintado una muñeca,creo que blanca nieves,mordiendo una manzana y su corte de siempre.Me gustaba verle,hasta que se me deshilvanaran los ojos.
Me gustaba sentirle infinito y a mar abierto.
Me gustaba,me gustaba ¡Dios! Había un pacto. ¿Cómo se me había ocurrido hacer semejante promesa? ¿Ahora cómo iba a descarrilar el amor de mí camino? ¿Cómo?
Yo no podía ,ya me había hundido en él,como quien explora las profundidades de la oscuridad,o como quien mide la longitud de una ola del salado mar, y se necesitaría que fuera él mismo,quien hiciera dañarme la ilusión,de algún día,poder verle al desnudo,cada centimetro de su cuerpo y cada vello de su piel.
Y por un tiempo olvide,lo que había dicho.
Aunque creo, que él no.Pero, manejaba una textura suave,que me hacía entrar en confusión,no sabía si el también quizás le estaba sucediendo lo mismo.
Así que preferí callarme,hacerme la desentendida y esperar algún tiempo a ver que sucedía;porque tal vez eramos cuestión de eso. No obstante yo no era muy buena esperando.
Yo iba por las cosas,las arrebataba con manos necias y con razón que todo me salía al revés o peor de lo que nunca esperaba.
Y no quería arruinar eso que estaba sucediendo.
Una pequeña promesa,la que se había quedado solo en un cumplido.
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Regreso Del Amor
RomanceSe dice que las personas que el universo ata a los pies,son para ti y no hay gravedad que lo cambie. Pueden tomar caminos con diferentes destinos,pero el punto equidistante los hara volver a sus moradas,a la cuna del amor. Balstjo,el chico frío, y...