Busco tu mirada. O la evito. Mi corazón todavía no se ha decidido.
Sé que me engaño con falsas esperanzas, sé que mis ensoñaciones sólo me llevan a hacer el ridículo. Espero que no sea así para tus ojos.
No quedan en mí fuerzas para reprimir mis sentimientos, pero tampoco para gritarlos al cielo abierto. Son tus ojos los que me hacen soñar por la noche, y los que rompen mi corazón cada mañana al despertarme, porque al fin y al cabo, son sólo eso. Sueños.
Infatuación. Qué palabra más interesante. Debe estar recogida en el diccionario del masoquismo. Los doctos y literatos la definen como sentimiento pasional poco racional y, normalmente, efímero. ¿No será, sin embargo, que los que han pasado por dicho sentimiento han acabado con el corazón roto y esto se interpreta como una desaparición del mismo?
Yo no creo que la infatuación sea temporal. Simplemente, uno aprende a callar. A ocultar sus sentimientos. No vaya a ser que aparentemos desesperación.
Maldigo al dios con cara de angelito y aspecto infantiloide. Maldigo su arco cargado de amor. Porque cuando te atraviesa una de sus flechas malintencionadas, de esas que sólo tienen un destinatario y no dos, la soledad se apodera de tu alma. Amor no correspondido, corazón roto en mil añicos, lágrimas a media noche. Infatuación.
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Infatuación
Short StoryDiario de un amor no correspondido. De un corazón torturado. Dedicado a todos los amantes silenciosos que habitan el mundo. Mi sufrimiento también es el vuestro, y el vuestro el mío. Queda prohibido cualquier tipo de copia.