Dicen que cuando el corazón duele tanto que no puedes respirar, es entonces cuando te das cuenta de que estás vivo. Me pregunto si en mí primará el instinto de supervivencia o la sangre que derrama mi alma con cada bala que me dispara tu sonrisa.
Por cada paso que das, yo retrocedo otro. No me alejo ni me acerco a ti, mi alma está cómoda guardando las distancias. Estoy en el punto medio, en la virtud, lo suficientemente lejos para que no se me acelere demasiado el corazón, pero no tanto como para que se pare por completo. Después de todo eres tú quien me da la vida y quien me la quita.
El mar de mis lágrimas no es ni amargo ni dulce hoy. Supongo que una mezcla de ambas. Espero que mis brazos puedan salvarme del oleaje pues parece que se avecina tormenta. Nubes negras como tus pupilas están acabando por ocultar completamente mi cielo. Truenos tamborilean a lo lejos con cada latido de tu corazón. Tu vida es mi muerte, y, sin embargo, no hay nada que quiera con más fuerza que tu loca, precipitada y quebradora existencia.
Hoy sobreviviré. Un día más, un día menos.

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Infatuación
Короткий рассказDiario de un amor no correspondido. De un corazón torturado. Dedicado a todos los amantes silenciosos que habitan el mundo. Mi sufrimiento también es el vuestro, y el vuestro el mío. Queda prohibido cualquier tipo de copia.