La vez que te vi desnuda entre mis brazos, no en fÃsico sino en emociones, te sentÃas vacÃa y con solo un sentimiento al descubierto, un te quiero me basto esa vez, un adiós fue suficiente para decir.
Te fuiste sin mirar atrás y caminaste a un mejor porvenir.
Vamos a besarnos por última vez, vamos a amarnos una última vez, vamos a ser felices en ese instante sabiendo que después, no nos volveremos a ver. Desde que te fuiste no he dejado de pensar en cómo llegaste, tan tranquila, tan pasiva, tan normal, tan tú, como a mà me gusta y siempre me gustará, la manera especial en que te podré recordar.
Recuerdos añejos.
Esa fotografÃa en aquel parque, esa carta que te entregué, el primer beso que te di, la primera sonrisa que te saqué, son recuerdos que no quiero borrar, son memorias que siempre estarán, son momentos que se mantienen conmigo presentes y que por siempre se han de quedar; no me cabe en la cabeza que tengas que irte y dejar que los recuerdos se queden a medias, sabiendo que pudimos tener mucho bellos momentos.
Presiento que estarás dispuesta a todo en algún momento, solo que necesitas tu tiempo, pero si te vas ahora, el que no tenga tiempo soy yo.
"No se trata de regalar algo material, si no de regalar momentos."
Keep calm and don't cry
Solo escuché la puerta sonar y ya sabÃa que mi futuro contigo se marchitaba, todo lo que habÃamos construido juntos se derrumbaba y mis lagrimas brotan para intentar aliviar el dolor. Ganas no me sobran de gritarte - ¡Detente! - pero el orgullo me carcome el alma y me llena de dolor -No puedo creer que ya te vas - intento mantener la calma, pero mis lagrimas no cesan y solo me queda esperar un milagro, o simplemente parar de llorar en algún momento.
Alma de piedra, corazón de cristal.
Me honra decir que ya no pienso en ella, solo siento un vacÃo que algún dÃa se ha de llenar, solo un silencio que espera ser llenado de voces, solo una oscuridad esperando por la llegada de su luz.
Es momento del adiós a mi amor marchito.
La encontré de nuevo y nos tomamos un café, la besé de nuevo y nos fuimos a un hotel, a la mañana siguiente se despertó sin mÃ, porque yo por ella... dejé de sentir. Marcharme sin remordimientos, con saber que ya no sentÃa nada por ella, más que un deseo carnal.
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Amores de novela
RomanceAmores, engaños, sufrimiento y felicidad, todo se vive en una relación, donde el campo de batalla es entre dos corazones que dudan de si mismos.