Cuando iba por el pasillo, sentí algo que tocó mi espalda, me giré y vi a TaeHyung con sus ojos llorosos. Noté que los abría y movía mucho, como si quisiera evitar las lágrimas... Su barbilla tiritaba y, se me partió el corazón. TaeHyung se veía un chico muy adorable y verlo en ese estado se me hacía raro e incómodo, no sabía qué hacer o cómo reaccionar. Lo único que pensé en ese momento fue: 'deboabrazarlo'. Y así lo hice, lo abracé y le acaricié la cabeza, como si de un niño pequeño se tratara.
Cuando se calmó, me miró y sonrió ampliamente. Una de las sonrisas más sinceras que he visto en toda mi vida.
-Hyung, yo... Lo lamento mucho, no debí haber hecho esto. No quise incomodar.- miró al suelo como si estuviera listo para ser regañado.
-No te preocupes, pequeño. La verdad, agradezco tu abrazo, hace mucho tiempo que no me daban uno.- sonreí.
Los ojos de TaeHyung tomaron un color brillante, muy lindo.
-Creo que entonces está bien... Hyung, yo quería darte las gracias. Creo que esto es lo que llaman 'amistad'... No pensé que algún día necesitaría hacer esta pregunta pero, ¿serías mi amigo?- sus ojos cristalinos se quedaron fijos con los míos, lo cual me puso un poco nervioso.
-¿Por qué lo preguntas? ¡Claro que seremos amigos, seremos los mejores amigos, pequeño!- dicho esto, lo volví a abrazar y lo acompañé al baño para lavar su cara e ir a clases.
Mientras íbamos por el pasillo, TaeHyung iba moviendo sus pies como si fuera en un desfile, se me hacía tierno verlo así. Me alegraba el día este niño.
Las clases acabaron y nuestro grupo se juntó para intercambiar números y hacer un grupo para poder hablar.
No conocía del todo a V, por lo que me hizo mucha ilusión tener su número... Ahora podríamos estar en contacto constantemente y me aseguraría de que nada amargara sus días, personas como él no merecían pasar malos ratos.
Cuando salí del colegio, miré hacia dentro y venía TaeHyung corriendo muy rápido. Como si viniera escapando.
-¡Hyung, te alcancé!
-¿Qué pasó V?
-¿Me acompañarías a la estación? Es un poco tarde y si me voy caminando a casa, llegaré a oscuras. No quiero preocupar a mi abuela.
-Ay, pequeño ingenuo, ¿cómo crees que te dejaré en la estación? Vamos, te acompañaré hasta tu casa.- lo tomé de la mano y empezamos a caminar.
Durante el trayecto, vimos una tienda donde vendían sombreros y accesorios del hogar, nos acercamos a ver y TaeHyung se quedó pegado a la vitrina.
-Mira que lindo sombrero, hyung. ¿Cuánto costará?
-No lo sé, preguntaré, esperame.- entré a la tienda y lo pagué, pedí que lo envolvieran y cuando salí, se lo entregué.- Como regalo de mejor amigo, para mi mejor amigo. Ábrelo.- sonreí.
-¿Qué es?- sacó el papel sin hacerle daño, fue bastante cuidadoso.- ¡Hyung! ¡Eres el mejor!- me abrazó tan fuerte como si fuese una despedida.
-Wow, TaeHyung, tus abrazos si que son sinceros.- reí.
Él me contestó con una de sus típicas sonrisas y seguimos el camino.
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Cuando bajamos del metro, caminamos unas cuantas cuadras hasta llegar a su casa.
-Aquí es mi casa, gracias por traerme hyung, y gracias por el regalo.
-No hay de qué, pequeño. Ve con cuidado.- nos despedimos y partí a mi casa, no quedaba tan lejos, era a unas tres cuadras, así que no tardé en llegar, tomé una ducha, comí algo y me puse a dormir.
