RESURGIR

Capítulo II

                                                                                    "Un visitante inesperado"

Ela trabaja para mí, soy la gerente de este lugar, desde hace aproximadamente cuatro meses, pero joder, si ya la quería. Es alegre, espontánea y tiene una cara de bebe. No creerías si te dice que tiene diecisiete recién cumplidos. Es más como una muñeca de porcelana que otra cosa. Además de ser mi única amiga desde que nos mudamos con mis chicos desde hace casi nueve meses.

‒ ¿Sabes?, hoy viene mi hermano a recogerme y es tan lindo que no podrás resistirte‒Exclama Ela ordenando algunos cupcakes en el muestrario.

‒Lo que sea‒ Ruedo los ojos de nuevo, Chris se queda viendo a Ella como si fuere su manta preferido, de un oso hormiguero. Ella ni se inmuta ante la mirada esperanzadora que le da Chris.

‒Sólo sabes decir eso, mujer‒ es su turno para rodar los ojos.

‒Lo que sea‒Digo sólo para fastidiarla, ella se sale de sus casillas cuando juego así. No me pueden culpar de querer ver ese puchero de bebé que hace cada que la saque de quicio. Joder, no.

‒Ush‒ responde.

Puchero, en tres, dos uno... pero antes de que la cara de Ela haga su magia, suena la puerta, sin importar que Ela ya haya colocado el letrero de cerrado.

Un hombre descomunalmente hermoso entre por la puerta con una sonrisa increíble. Sus ojos desde aquí se ven de color claro, pero no puede decir cuál. Lleva un traje negro, sin corbata y con los tres primeros botones de su camisa de vestir abiertos. Sus hombros se ven anchos y su cabello, sus piernas muy bien por cierto. Me detengo en su rostro, su boca. Por el amor al padre, es perfecta, su mentón ni hablar y oh. Por. Dios. Santo. Está mirándome fijamente.

Debo parecer una jodida acosadora o algo por el estilo, me quede viéndolo por más tiempo del permitido. Me ruborizo.

‒Tienes algo de baba...‒Dice Ela. Haciéndome saltar desde mi posición. –La golpeo en su brazo por ser tan imprudente. Pasa al lado mío con una sonrisa alegre mientras se dirige a Oh-por‒Dios hombre que acaba de entrar a mi tienda.

‒Hola Ross hermoso‒Dice Ela dando un salto para abrazar al hombre. ¿lo besa? ¿En la boca?, yo nuca le daría a mi hermano un beso en la boca. Asco.

‒Mi amor, te presento a mi jefa‒ Dice mientras lo tira hacia mí, el tipo sólo me mira ceñudo, Es decir, acabo de comerme con la mirada al novio de mi amiga‒empleada. Mierda.

‒Pensé que eras una vieja de cuarenta años muy fea y con verrugas‒ Extiende una mano hacia mí.

‒ ¿Gracias?- pregunto mientras sacudo su mano en un gesto de saludo. Miro a Ela, ella está más que encantada viéndole el trasero al tipo.

‒ Oh claro que sí, no hay de qué señorita...‒ No termina, esperando que le diga mi nombre.

‒ Sofía- digo simplemente.

-Gus, me llamo Gustavo pero es un nombre de mierda para un tipo genial así que sólo Gus- Sonríe plenamente mientras agarra a Ella por su cintura.

-Este de aquí es mi novio-Dice Ella ante lo obvio. Chris abre los ojos como platos y su expresión es de furia, no sé si reír o llorar. Tendrá su primer corazón roto a esa temprana edad. Una pena.

-Eso escuche-Digo sacando a Sam del coche, pues acaba de despertar.

-Es una criatura preciosa-Dice Gus, mirando a Sam desde su estatura de uno con ochenta.