Lobo Blanco [Eunhae +18]

Puesta de Sol

Si desean escuchen el video, pero al final, a mí me ah conmovido

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Sus manos, añorantes del calor que fluía libre en la piel albina, fueron trazando mapas, y resguardando en las yemas de los dedos, los recuerdos del tacto, con delicadeza sus manos bajaron, hasta colarse de nuevo por dentro del suéter, apegó más hacia sí el cuerpo entre sus brazos, dejando salir un jadeo que murió en los labios contrarios, sus manos traspasaron hacia el interior, acariciando y amando cada centímetro de la columna estilizada, subieron y bajaron por ésta, hasta pasar por la espalda arqueada –Hae...- susurró sobre sus labios, gritándo a gritos la necesidad avasallante de tenerle, misma que fue sentida por el menor, quién se estremeció y separó el beso para gemir dulcemente

El castaño lo tomó fuertemente de la cintura, clavando sus dedos en ésta, separándola de su cuerpo sólo para volverla a juntar con fuerza –ah – una y otra vez- ah ah- su eje golpeaba contra el contrario, y sólo sus gemidos expresaban la intensidad del deseo que cubría a ambos bajo un manto de sudor –Eun...- susurró Donghae, con aquella voz liviana entrecortada, rogando por una caricia y al mismo tiempo reclamando una, acariciando la fuerte quijada con un toque erótico y finalizando con la mirada profunda y ardiente, sobre los ojos de su captor

Eunhyuk mordió los pequeños labios y, mareado en deseo giró al alvino, pegando su espalda a su pecho, aprovechó para inhalar el sutil almizcle directo de la fuente inagotable y subió el suéter, dejando ver la piel lechosa a contra luz, lamió sus labios y lo sacó por completo, extasiando su mirada, sin cambiar de posiciones atacó el cuello quién, se abría seductor ante sus ojos

–a-ah –escuchó la voz temblorosa, justo cuando sus labios colisionaron hambrientos contra el hombro, dejó a su lengua hacer con él lo que desease y a sus dientes marcar el camino, sus manos traviesas y ansiosas bajaron por el estómago plano, remarcaron y jugaron con el ombligo y fueron cada vez más abajo, siguiendo el camino invisible que había marcado con sus besos alguna noche anterior –Eunhyuk!- gimoteó el menor con la cabeza gacha y sus mechones apuntando al suelo, los ojos cerrados en placer, al sentir aquella cálida mano sobre su pene, las caricias comenzaron dulces y lentas, para convertirse en un mar de sentimientos y sensaciones que llamaban por llegar a la culminación pronta

El mayor quitó la molesta ropa y guió a Donghae, hasta empotrarlo contra una gran roca, con ambas manos pegadas a la misma, y el rostro exhalándole encima, aumentó la velocidad en su mano y pasó el pulgar por la punta, recogiendo y esparciendo por la cabeza las muchas gotitas blancas, Hae se empujó contra su mano, pidiendo más caricias y entregándose a su voluntad, el pene penetraba su puño, cerrado alrededor de la dura carne y ambas voces gimientes se unían generando un eco, haciendo sonrojar a la paredes de la cueva

Donghae pegó por completo la frente y pecho a la roca áspera, sus mejillas traseras bien paradas a disposición ajena, giró un poco el rostro y miró por detrás –tómame –exhaló palpitante, viendo por la esquina de sus ojos a Eunhyuk

Hyuk bajó a la altura y separó ambas nalgas, acercó su cara y lamió el anillo rugoso, éste se contrajo en anticipación pero al momento fue violado por la húmeda lengua, entraba y salía, mordía y arañaba, el albino gimió fuerte cuando el dulce músculo rozó su punto sensible y sintió la necesidad de inclinarse aún más y entregarse cuanto más pudiese, las manos alrededor de sus nalgas se apretaron, tomando la piel y marcándola de un leve color rojo, una mano se alzó en el aire y regresó para estrellarse con un sonido sucio contra uno de los globos –ah!- berreó el menor y Eunhyuk siguió el sonido en respuesta, finalmente separando su boca y dejando un hilo de saliva que se rompió al Donghae voltearse, quedando ahora acostado contra la roca