Capitulo 6
No tenía la separación de las piernas, los huesos de mis caderas casi no sobresalían, mi clavícula era casi invisible, mi vientre no era completamente plano, la imagen que deba el espejo era de una simple chica en ropa interior, con un sostén negro y unas bragas del mismo color, nada del otro mundo, nunca me había considerado alguien atractiva, no era fea, eso lo sabía, pero no era alguien en el que los chicos se fijaban, más bien era la que tenía muchos amigos hombres, había estado en la Friendzone aproximadamente dos veces, cuando tenía 12 y cuando tenía 15, pero eso no importaba ahora, me alistaba para mi cita con Jared, un pantalón negro entubado y ceñido al cuerpo, una blusa sin mangas negra transparente y unos converse negros, me maquille natural, Jared me comento que iríamos a dar un paseo por central park, estaba nerviosa, Jared me ponía nerviosa, solo dos hombres en este mundo me veían como mas que una amiga, me vieron, John y pues ahora Jared, la puerta de mi habitación sonó, Nadia entro con una sonrisa enorme, desde el lunes Kyle y Nadia eran inseparables, no de la forma de amigos, si no de novio dependiente, aunque seguían sin ser nada
-Jared te espera en la sala- aviso Nadia más nerviosa que yo, asentí , tome mi bolsa y Sali de mi habitación, ahí estaba, su rubio cabello estaba revuelto, sus entubados pantalones se ceñían a su cuerpo, se veía magnifico, guapo, sexy, en verdad que era guapo, lo salude con la mano, el se acerco a mí y beso mi mejilla
Las calles de Nueva york estaban iluminadas por diferentes colores, no sabía en qué belleza fijarme, en la de mi acompañante, Jared, o en la de la hermosa ciudad. Nuestras manos estaban separadas por un minúsculo espacio, nuestros cuerpos chocaban con cada paso que dábamos, nuestra platica era divertida e interesante, todo era perfecto a excepción de una cosa, no había una electricidad cuando nos tocábamos, no le tome importancia, intente no tomarle importancia
-¿y cómo acabaste en Nueva York?-esa misma pregunta me hacía yo, ¿Por qué nueva York?
-no sé, supongo que tenía que escapar de la rutina, de mis padres, de todo-dije sin sincerarme al cien por ciento, la principal razón por la que me fui, si fueron mis padres y su estúpido modelo de hija perfecta, perfectas calificaciones, contrabajo llegaba al ocho, excelente vocabulario, decía muchas groserías, excelente comportamiento, me llamaban a la dirección por lo menos dos veces al mes, amante del baile, bailaba como algún mutante degenerado, ósea horrible, muchas amigas, la mayoría de mis amigos eran hombres, y si seguía con la inmensa lista no acabo hoy, Jared y yo cruzamos una calle y el tomo mi mano y cuando la terminamos de cruzar no la soltó, y yo no me separe, el resto de la cita fue entretenido pero nada digno de mencionar
Llegamos a la puerta de mi apartamento, la parte mas incomoda de las citas, ¿Cómo me despido? Yo planeaba darle un beso en la mejilla, pero sus labios tocaron los mios, solo fue un toque y antes de que pudiera decir cualquier cosa se fue, se fue dejándome con los ojos abiertos, se fue dejándome completamente sorprendida, se fue dejándome confundida
-wow-la burlona voz de Max me saco de mi trance, lo mire mal, ¿Qué hacia el afuera?, ¿justo ahora?- calma monita, yo acabo de salir, ¿beso en la primera cita?- Max se quedo pensativo-nunca he estado en una cita
-sabes no me sorprende de ti-Max rio, dios, Jared era guapo, pero Max era algo mas, a veces me preguntaba ¿Qué clase de modelo era su madre? O su padre, era injusto alguien no podía ser simplemente tan guapo
-vamos al boliche mañana- si, eso no sonó como una pregunta-paso por ti a las cinco-acto seguido cerró la puerta, cretino, imbécil, arrogante.
Me recosté en mi cama y caí en los hermosos brazos de morfe
-no puedo creer que me convencieras de hacer esto-le dije a Max apretándole fuertemente el brazo, semanas habían pasado, y todo era diferente ahora, Max y yo éramos inseparables, siempre que tenía tiempo libre estaba en el departamento de Max
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Maybe, Maybe not
RomanceCuando sus verdes ojos la miraban ella no sabía qué hacer o que sentir, era confuso y molesto, trataba y trataba pero luchar contra el corazón le resultaba imposible, molesto y cansado y el no era de nadie, nadie había robado su corazón, nunca había...