Cap.10 "no estoy sola"

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Mire al chico a los ojos, sus negros ojos eran demasiado grandes para su cara, había escuchado que eso era atractivo para algunas mujeres, a mi me resultaba deforme, el chico no dejaba de reír de las cosas que Penny decía, las cuales no entendía puesto que eran dichas en español, mi ceño era fruncido, Penny sonreía más de lo normal, y eso es que Penny se ríe por todo, mi instinto me dijo que no reía por lo divertido de la situación, sino para poder ocultar el dolor que sentía en estos momentos, era de aplaudirle lo bien que fingía, otra persona no se hubiera dado cuenta, pero yo si, yo la conocía, era una chica con sueños, al igual que todas, con un pasado un poco dramático y con un presente algo molesto, no era nada del otro mundo, ella, no era la más bonita, ni la del mejor cuerpo, no tenía la sonrisa más hermosa, ni el cabello más sedoso, pero algo de ella me atraía más de lo normal, había una chispa en sus ojos y una historia por contar que la hacía hermosa, la chispa, la chispa, sólo eso me gustaba de ella, la chispa de sus verdes ojos al hablar de sus gustos, la chispa de enojo cuando yo insultaba sus gustos, la chispa de amor cuando hablaba de sus hermanos, la chispa de interés cuando hablaba de los temas que le gustaba, pero la chispa que más me gustaba era la chispa de sueños, era la más bonita

Penny POV

No escuchaba lo que Carlos decía, pero reía, esperaba llegar a mi departamento para encerrarme en el baño y no salir hasta que las lágrimas se agotarán, esperaba poder tener tiempo para hundirme en mi dolor, esperaba poder lastimarme, esperaba auto castigarme, por que todo era mi culpa, pero mi risa ocultaba mi dolor a las personas, si ellas no me veían sufrir, (las que me querían), ellas no sufrían, no se preguntaban el porque de mis actos, sufrir enfrente de las personas era un acto de puro egoísmo, había personas que estaban peor que yo, Carlos hablaba de cosas que mis oídos escuchaban pero mi mente no analizaba, lo único que supe era cuando acabo la comida, me pare, me despedí de los chicos, y me fui excusándome con qué tenía qué hacer algunas compras, Max no quedo muy convencido, lo veía en la forma en la que arrugaba su frente, pero no dijo nada, y Carlos estaba demasiado emocionado con la belleza de Nueva York como para darse cuenta de algo fuera de lo usual

Después de haber salido de la pizzería camine sin un rumbo fijo, mi mente estaba demasiado aturdida como para pensar en un lugar al cual ir, no lloraba, así no mostraba mi dolor, el silencio era el luto de mi felicidad, las palabras que no dije eran la prueba de mi drama, y la caminata sin rumbo era la llave de mi dolor, mi rostro no tenía expresión, estaba vacía, al igual que mi alma, estaba rota, al igual que mi corazón
No sabía que hora era cuando me encerré en un baño público y corté mis muslos, ahí nadie lo veía, ahí nadie notaba el nivel de mi dolor
Cuando lo hice una parte del dolor emocional desapareció, un dolor físico me castigo, porque merecía el castigo, no importaba cuantas buenas intenciones tuviera, o cuatro amor sentía, yo era mala, mis padres lo sabían, yo era la culpable de los problemas familiares, las pelas matutinas siempre eran por mi causa, era toda mi culpa, mis hombros la cargaban, y Ni el dolor físico podía alivianarla justo ahora

La sangre empezó a salir después de que pasara la navaja en la parte frente de mis muslos, una navaja que debía servir para cosas comunes, una navaja pequeña que servía para usos personales de higiene, cosa que yo no seguía, si sentía uno, no sentía el otro, y justo ahora prefería morir de dolor físico que seguir sintiendo el de corazón, seguí haciendo largar y delgadas líneas de castigo, no importaba mi dolor, yo no valía nada

Desperté en el mismo baño en el que decidí pasar la noche, después de cortarme lo suficiente para lastimarme lo deje de hacer, no iba a suicidarme, valoraba demasiado la vida, pero no me valoraba a mi misma, en la noche llego un momento en que la sangre dejo de salir, tape las heridas con papel para no manchar mi pantalón, y dormí, sabía que no era muy seguro dormir en un baño público del metro pero ayer mi mente estaba desconectada, también hoy pero no tanto,
Salí del cubiculo del baño sintiendo el dolor de mis piernas, que con cada paso de incrementaba un poco más, tome mi celular y lo cheque, no me esperaba encontrar 37 llamadas perdidas de Nadia y 28 de Max, más mensajes de texto de Kyle y Will, incluso tenía de Frankie, cheque la hora, mi celular avisaba que eran las tres de la tarde, creo que hoy era sábado, ayer después de clases había sido la pelea, había dormido tanto, o simplemente ayer me acosté demasiado tarde, salí, mire a mi alrededor había varias personas mirándose al espejo, me lave mis manos con la fría agua de la llave, después lave mi cara, no me veía tan mal, mi cabello estaba algo enredado pero no se notaba, y mi rostro seguía sin expresión, salí de los baños para después salir del metro, me encontraba muy lejos de Brooklyn, me encontraba en Manhattan, como había llegado tan lejos, no lo sabía, sólo sabía que así era, camine por las calles de Nueva York, figuraba hacerlo, me gustaba este lugar, la gente, todo era muy sofisticado, no como yo, tome un autobús a Brooklyn, trataba de inventar una excusa válida para Nadia, podía decir que me detuvieron por manejar borracha, pero una no tenía coche y dos odia el alcohol, no me mal interpreten, no me gustaba su sabor

Llegue a mi edificio y lo mire, todavía sin una escuda válida, podía decir que me quede en la casa de una amiga, pero Nadia las conocía a todas y probablemente las llamo o podía decir que tuve sexo desenfrenado con el primer tipo que encontré pero ese no era mi estilo
Me arme de valor y subí las escaleras hacia mi apartamento llegue y vi a Nadia hablando con Max, no discutía, los dos de veían desvelados, no me habían visto así que siguieron hablando de una conversación que la verdad no me moleste en escuchar, camine como si nada a mi departamento y abrí la puerta, no me voltee a ver sus expresiones, lo único que quería era tomar una ducha, una tibia ducha, pero antes de que pudiera tan
siquiera dar tres paso a dentro una pequeña mano me arrastro hasta afuera
-¿en dónde estabas?- pregunto Nadia dulcemente, ella sabía como tratarme, supongo que Max ya la había puesto al tanto de todo
-Manhattan- conteste con la verdad, a ella no le podía mentir, bueno su pero sabía cuando lo hacía así que mejor me ahorraba todo el "te conozco Penélope sé que mienten y blah blah blah"
-¿en dónde dormiste?- esa no era la voz de Nadia, sino era la masculina voz de Max
-en un baños del metro- no tenía ganas ni de mentir, les sonreí con diversión, Nadia tomo mi muñeca y la voltio, inspecciono que no hubiera ningún corte y luego la soltó, Max sólo la miraba extrañado
-quiero ver tus muslos- eso sonaba como que sí no lo hacia me golpearía, negué con la cabeza
- no lo hice- dije algo asustada, la idea de esconderlo era que no los vieran, Nadia me miró, y le sonreí
-que chistoso porque no te estoy preguntando si lo hiciste o no, te estoy diciendo que quiero ver tus muslos-ella tomo mi muñeca y me condujo al baño, estaba bien jodida
-bájate los pantalones- dijo cuando por fin llegamos al baño, Max estaba justo ahí viéndome , tratando de averiguar de que hablábamos
- sabes esto me suena tanto a violación- dije en broma, la mirada que me manid me destruyo, era de dolor puro, desabroche y baje mis pantalones, las heridas se veían grandes y dolorosas, Nadia lloró, y Max sólo las miraba con asombro, como si no lo creyera, el se acerco a mi y las vio más de cerca, no era algo de lo que ene enorgullecía, Me aleje y abroche mi pantalón, lo siguiente que sentí fueron los brazos de Nadia rodearme, llorando, sufriendo, por mi culpa
- me prometiste que no lo volverías a hacer- me regaño, no supe que decir, sólo la abrase y cuando voltee Max ya no estaba
Pase el resto del día con Nadia hablando de estupideces y escuchando música de 1D, eso me calmaba, pero en la noche, iría con Max, y eso me asustaba, porque sólo Nadia conocía mi secreto y me daba miedo que el me juzgara

Iba a tocar la puerta, pero Max abrió, descalzo y sin camisa, me empezaba a preguntar cuantas tenía, lo primero que el izo fue abrazarme, con cuidado, supongo que para no lastimarme, lo que yo hice fue sonreír, le sonreí a el
- me preocupaste tanto ayer- las mariposas asesina llegaran para quedarse y atacar
- no lo quería- dije sinceramente
-y hoy igual, ¿estas bien Penny?- pregunto, me límite a asentir- vayamos a adentro
Por fin en su cuarto me pude acostar en la cama, llevaba una falda, ir que el pantalón me lastimaba mucho, el se acerco a mi, lentamente y se sentó a mi lado, antes de eso había cerrado la puerta con seguro, así que supuse que lo que se aproximaba no era bueno, alzo mi falda, pero no lo hizo con morbo, lo hizo con cuidado, vio mis muslos y luego la volvió a bajar, se acercó a mi y me abrazo con cuidado, luego besó mi cabello
-estas bien monita, yo estoy aquí para ti- me abrase a su cuerpo con cuidado, y me di cuenta, por primera vez en mucho tiempo, que no estaba sola
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Jejeje perdón por no haber subido, es que bueno e estado ocupada y castigada pero esta semana volveré a subir
Las amodoro
Voten y comenten


No les voy a mentir, Emma Roberts me gusta mucho, pero no para Penny, la que más me convence hasta ahora es Lucy hale

Maybe, Maybe notDonde viven las historias. Descúbrelo ahora