Llegamos a una pequeña laguna que formaba el rio, lo suficientemente grande para todos nosotros, el paisaje era muy tranquilizador, los pájaros no paraban de cantar que junto al sonido de los arboles hacia que uno se olvidara de todo.
-Bueno chicas, tal y como lo prometí, vamos todos adentro.
Emily se deshacía de su ropa con rapidez, mostrando su envidiable cuerpo, el ejercicio que hacia junto a Eva le dieron frutos, sus muslos carnosos que finalizaban en unas blancas bragas que envolvían sus esculturales nalgas embelesaban hasta al hombre más serio, cuando se quitó la camisa de tirantes y mostro sus exuberantes pechos me quitaron las ganas de quitarme algo de mi ropa, se agarró su pelo castaño y se dirigió hacia nosotras.
-Van, Miriam, vamos no me dejéis aquí sola y eso también va por ti Mario.
Empecé a desvestirme al ver que Vanessa lo hacía con calma, ella también tenía un bello cuerpo que resaltaba junto a su pelo corto, era la más pequeña de nosotras, pero su fuerza física nos superaba dado que desde pequeña realizaba artes marciales. Me ate el pelo también y me quede en ropa interior al mismo tiempo que Mario. El sí que tenía un cuerpo atlético y envidiable por todo el resto de los hombres, parecía el David de Miguel Ángel, pero con un moreno mejor.
Nadamos en círculos hasta que el agua fría del rio no nos afectaba, la risa de Emily era contagiosa y sin saber muy bien la razón de esta felicidad disfrutábamos del agua y el ambiente en general. Pasamos vario tiempo en remojo hasta que Vanessa se acercó a mi algo nerviosa.
-Creo que hay alguien aquí.
- ¿Qué dices?
-No lo sé, pero me ha parecido que alguien nos está mirando.
-¡Mario, Emily, parece que hay alguien espiándonos!
Salimos del agua deprisa y alterados, Mario observaba a los alrededores esperando encontrar algo, entonces a lo lejos tras unos árboles y arbustos oímos como alguien se acercaba corriendo, intentamos coger alguna piedra o rama para defendernos, pero en el omento de levantarnos vimos que el sospechoso era solamente otro ciervo que corría por alguna razón.
-Menudo susto.
-Creo que deberíamos volver chicas, voy a secarme y cambiarme más adelante, vosotras quedaros aquí y os espero en unos minutos.
Mario se alejaba con su mochila y la tolla desapareciendo de nuestra vista.
-Creo que no era el ciervo quien nos vigilaba, además él estaba huyendo de algo o de alguien.
- ¡No nos asustes Van, dile algo Miriam!
-Somos los únicos aquí Emily, no la creas.
Vanessa se reía mientras se tapaba con la tolla y cogía su ropa. En unos minutos después ya estábamos listas, nos dirigimos hacia Mario quien seguramente también estaba listo.
-Mario, perdona la demora, pero no encontraba...
Emily dejo hablar de la nada y al llegar supe la razón de su mudez, Mario no estaba en ninguna parte, al ver que nos estábamos poniendo nerviosos otra vez, decide calmarnos.
-Tranquilas, deberá estar aquí cerca. Lo mejor será volver por el camino de vuelta, mientras lo llamamos.
Nos pusimos en marcha mientras que lo llamábamos agritos, intente ocultarlo, pero me estaba temiendo lo peor ¿Dónde se habrámetido Mario?
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El Ser Impío
Подростковая литератураCuando Miriam se levanta tras una fiesta que parece que no a acabado del todo, se da cuenta que algo esta pasando entre sus amigos, algo que le traerán consecuencias a todos y cada uno de ellos en un futuro muy cercano, ¿Quienes son verdaderos amigo...