Culpa.

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-Iris...no...te...desmayes...- La voz de John se escuchaba lejana, sentí como todo a mi alrededor perdió su color, su forma, su realidad.

-Yo tuve la culpa John...es mi culpa- John me tomo del brazo mientras me alejaba del cuerpo inmóvil y frio que se encontraba en el piso del colegio.

Eran las siete de la mañana cuando me desperté el día de hoy, desperté con los ojos hinchados y un dolor de cabeza insoportable, no podría creer la noche tan mala que tuve, esta mañana desperté y baje a tomar el desayuno, me encontré con un pedazo de pizza en un plato, y supe que a mi madre se le había hecho tarde para ir al trabajo, igual encontré la taza de café de papa a medio tomar, es raro, pero debía tener explicación.

Ya era tarde y necesitaba llegar al colegio, por alguna razón John no paso como siempre por mi esta mañana para ir juntos, la escuela no se encontraba lejos, así que en unos minutos pude observar en el estacionamiento el auto de John aparcado y en el panorama, un montón de patrullas.

Ambulancias, prensa, policías, y los padres de familia, no necesite preguntar el porqué del alboroto, no necesité cruzar la línea amarilla de con letras negras, se encontraba ahí, en el piso, con la piel pálida, y sin la sonrisa en su boca, todo me dio vueltas, ¿Cómo? ¿Por qué? Más bien, ¿Quién?, pocos segundos después de que el mundo dejo de girar John se encontró conmigo y me tomo del brazo, tenía sus manos calientes, o tal vez yo ya había dejado de generar calor, se escuchaban sollozos por todos lados, vi a sus padres hablando con la policía, y del otro lado se empezaban a formar filas para las entrevistas con la policía, John me llevo dentro de la cafetería de la escuela, pocos estudiantes se encontraban ahí, todos estaban afuera u ose habían ido por el miedo a casa, no puedo creer que sea ella, que fue lo que pasaría... y porque nadie estaba buscando al culpable?, cada vez pasaban las horas y sin darme cuenta dieron las diez, perdimos casi todo el día de clases, pero yo no podía mover los pies y me quede con John en cafetería casi hasta las dos de la tarde, al irnos a casa, y prender el televisor, me di cuenta que no tardo en esparcirse la noticia, de encabezado en las noticias, se podía ver con letras grandes...

"El asesinato de Karla Phisher deja heladas las instalaciones del colegio Lincoln"

-¿Quieres más azúcar Iris?- John sostenía una taza humeante de café en sus manos a un lado de mí, esa tarde él se había quedado conmigo a pasar el rato, después de contarle lo sucedido la noche anterior, lo de la piedra, repetirle lo de las voces, él se encontraba muy protector conmigo.

-Gracias John así está bien.

-Iris, ya tengo que irme, prométeme que estarás bien y si sucede algo como lo de anoche vas a llamarme.

-Lo prometo John, ahora vete, te toca entrenamiento.- Guiñándome un ojo John me dio un beso en la frente y se despidió.

Más tarde y después de terminarme el café decidí tomar un baño, mis padres habían salido de compras, escuche en sus pensamientos cosas como "ah estado muy rara" deberíamos preguntarle qué pasa?" "Ya no hay pan" y otras cosas por el estilo.

Deje que las gotas de agua y el vapor sumergieran mi piel en un relajante descaso, metí mi cuerpo en una bata de baño que se encontraba en el tocador, me enrede en el cabello un toalla blanca de algodón y al observar mis facciones pálidas en el espejo vi que tenía demasiado vapor mi reflejo, con la manga de la bata de baño me dispuse a quitar el exceso de vapor del espejo, y la vi, era ella, ya no tenía su tono natural de piel, ahora era un poco más pálido, pero seguía igual, era Karla, y con el dedo índice escribió en letras grandes "NO", sonrió, demasiado diría yo. Se nublo mi visión completamente, otra vez la nube negra, la oscuridad, mi visión se llenó de bruma, y n mis oídos unos cuantos silbidos se escucharon, en un rápido movimiento mis ojos se cerraron, y mi carne colapsó contra la loseta fría del piso del baño.

Me había desmayado.

Mis Mejores PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora