Tan cerca al enemigo
🍨🍧
El sol estaba en su máximo esplendor, los pajaritos a un lado de la ventana le estaban invitando a corear tal cual como Enchanted, y la energía de Irene estaba rebosando de su cuerpo, tanto, que abrió los ojos nueve como cinco segundos antes de que se sonase la alarma.
¡Un suceso!
-Ah, ¡hoy será un grandioso día! -casi gritó, sacando su cuerpo de la cama, y de inmediato poniendo a tope su reproductor de sonido. Volumen cuarenta para ella, pero volviéndose treinta y uno cuando su mamá la regañó por desorden familiar, para que al final el bendito reproductor sonase en diecisiete porque resultaba que su hermana mayor también se estaba quejando. «Estúpida Taeyeon, ¿qué no puede hacer algo por su vida?».
Decidiendo que ese día no era para tomar rabietas ni molestias innecesarias, Irene se quitó el pijama, la arrojó al cesto de ropa sucia y pasó a asearse al cuarto de baño. Hasta allá se llevó su reproductor de sonido, y ahí sí pudo subirle el volumen deseado. Estaba feliz, meditó mientras se enjabonaba el cuerpo, justo ese día era por fin el primer día de clases, su primer día como universitaria. De paso, aquello no iba a interferir con su trabajo en la tienda de chucherías porque salía a la una de la tarde, tenía al menos dos hora antes de tomar su turno, hasta las seis y media; además Joonmyun le dijo que cuando tuviese demasiadas responsabilidades, podía darle pases de manera que aquello no interfiriese con su educación.
Podía seguir reuniendo para sus chinos sin quedarse bruta.
Era muy buena su situación, actualmente no podía quejarse de nada. Ni siquiera podía hacerlo por Oh Sehun; Ja, Irene sonrió no más recordó cómo había quedado el marcador la última vez, como había dejado petrificado, avergonzado y evidentemente marcado al demonio de piel blanca; ni siquiera los gritos de Joonmyun por el desastre que habían montado, le bajaron el buen humor que se ganó. Sólo había pasado una semana y desde aquel entonces, no había visto más Sehun.
-Si hubiese sabido que chupándole el cuello me lo iba a sacar de encima, lo hubiese hecho antes -gritó al gel de baño, y luego se echó a reír como sólo una loca lo haría-. Incluso me supo dulce.
Claro, entre tanto desastre de vainilla.
Sintiéndose una campeona, Irene salió del baño y procedió a vestirse. Lo bueno de ser una persona sencilla era que, por más popular que quisiese ser, con una de esas camisas largas con estampados y un pantalón blue jeans estaba completamente hecha. No se maquilló mucho, un poco de base para tapar algunas imperfecciones y ya, el único problema era su cabello, Irene nunca hallaba forma de peinarlo, y ocupaba horas diciendo, «¿Trenzado, ondulado, liso, rubio, castaño, de puntas rosadas?» Por eso es que, a sus diecisiete años, había probado tantos estilos diferentes como nadie.
-No me he quedado calva por obra y gracia de Jesús -Y de que Sooyoung, la chica que la atendía en la peluquería, era demasiado buena en lo que hacía, por más extremista que fuese Irene con sus looks.
Luego de una hora de extrema meditación, decidió llevarlo lacio, era más sencillo y además ya no había tiempo. Su madre ya la estaba llamando para el desayuno.
Irene comió rápidamente, bueno apenas y lo hizo, la ansiedad del primer día la tenía con los nervios de punta, de verdad quería ser popular, una popular buena y con quien todos quisiesen estar.
-Mamá, ya me voy.
-Por la acerita, mijita. ¡No hables con extraños!
Ella sólo rodó los ojos.
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Quiero un Algodón de Athucar → HunRene
Humor«Donde Irene odia el olor, el sabor, y la contextura del algodón de azúcar; pero odia más a ese molesto cliente que tiene seseo y que la irrita cuando murmura su «Quiero un algodón de athucar» ♚by; ohbany ♡sehun + irene ✰mención del kaisoo...