Doctor Harry| l.s

I

1 mes antes.

Louis se encontraba en su habitación tocando un cover de su banda favorita, eran vacaciones de primavera por lo cuál debía quedarse en casa solo, mientras su madre cubría su turno en el hospital central. Si, Louis amaba a su madre más que a nada en el mundo, ella le compraba esos libros para colorear que tanto le gustaban, ella ayudaba a las personas enfermas a curarse, pero lo que más disfrutaba Louis eran aquellos caramelos que su madre le compraba camino a casa.
"¿Qué te pareció la canción Gemma?" preguntó Louis mientras se hechaba en su cama para acariciar a su gatita, esta fue directo a las manos del castaño en busca de caricias. Louis miró el reloj que estaba sobre su mesita de noche, eran las 7:30 lo cuál significaba que el turno de su madre estaba por terminar y estaría en casa para eso de las 8, sonrió ante el pensamiento de su madre cruzando la puerta con una bolsa llena de sus caramelos favoritos. El sonido del timbre hizo que Louis saliera de su fantasía, se apresuró a ponerse las sandalias para bajar a abrir la puerta, hecho un vistazo por la mirilla y sonrió.
"Hey Gemma mira, papá regresó" Dijo el castaño con entusiasmo mientras se apresuraba a abrir la puerta, si había algo que Louis no comprendía era porque su padre sólo lo visitaba cuando esta solo, no es como que le importara mucho, él amaba a su padre y lo ponía feliz verlo, pero Louis soñaba con ver a sus padres juntos de nuevo.
"Boo" Dijo antes de abalanzarse sobre el muchacho, comenzó tocando su espalda baja mientras daba pequeños mordiscos en su cuello.
"Hola papá" Dijo Louis feliz mientras trataba de zafarse del "amistoso" saludo que su padre le daba, cuándo finalmente pudo sentar a su padre en el sillón se puso de pie y corrió escalera arriba. "debe de estar por aquí" decía para si mismo mientras buscaba entre los papeles de su escritorio. "¡Aquí está!" Louis tomo su dibujo entre sus manos y corrió escalera abajo, su padre se había quedado profundamente dormido en el sillón.

"Mira papá, use unas acuarelas nuevas para pintarte" comentó orgulloso de sí mismo, ya era mayor por lo cuál ya no se manchaba tanto cuando dibujaba con acuarelas "Y aquí esta tu corbata, oh, casi lo olvido, también me encargué de dibujarte tomando tu cerveza favorita, lo ves" inquirió postrando su obra de arte en el rostro de su padre, éste despertó de golpe realmente molesto.

"Con un carajo william, ¿acaso quieres que te castigue de nuevo?" Gritó provocando que el pequeño se estremeciera.
"Mira mi dibujo papá" dijo Louis mientras ponía el papel frente a su cara, su padre lo tomó y lo rompió para después lanzarlo lejos, el Castaño se sintió triste por un momento, pero después la idea de hacerle un nuevo dibujo a su padre cruzó por su mente, esta vez le pondría algo de brillantina para que se viera más bonito que el primero.
"Bájate el pantalón" indicó su padre, Louis sabía lo que pasaría a continuación, con una sonrisa en su rostro obedeció a su padre, lo que sea con tal de ayudarlo. A los 10 años su padre le había contado que tenía una enfermedad que lo hacía sufrir mucho, Louis sintió mucha pena por él así que se ofreció a ayudarle en lo que fuera necesario, después de eso todas las noches su padre iba a su habitación para poder "liberar" su dolor en el pequeño.
Louis sintió como su trasero comenzó a doler, el hombre mayor lo embestia de manera ruda y con poco cuidado, lágrimas comenzaron a escaparse de los ojos del chico, dolía cómo el infierno. Justo cuándo sentía que ya no podría aguantar más la puerta se abrió de golpe, la sonrisa de su madre se transformó en una mueca de horror, Louis quería sonreir y explicarle a su madre que sólo estaba ayudando a su padre a sentirse mejor, pero no pudo, todo se volvió negro después de ver a su madre tirar la bolsa con caramelos.