{Decepciones}
- Si, tanto tiempo sin vernos y que iba a saber que nos íbamos a encontrar de esta manera, con la niña loca que salió corriendo no sé porque razón.
Llevaba media hora hablando de su gran viaje, y sinceramente a nadie le importaba su vida ahora, Harry tenía la mirada perdida, sabe que cometió tres grandes errores en su vida, el primero confundir el nombre de April por el de Emma, el segundo de devolverle el abrazo a Emma y el tercero y el peor, dejarla ir y hasta ahora no ir en busca de ella.
Dejo de pensar cuando le vibro el teléfono del bolsillo, vio su número y era desconocido, usualmente él no contesta esos números, pero algo esta vez le dijo que lo hiciera.
- Permiso – dijo el yendo hacia al jardín para contestar - ¿Alo?
- ¿Harry? – dice una voz atemorizada desde la otra línea
- ¿April? – pregunta atónito
- Ven a buscarme por favor- le suplica – Me asaltaron
- Amor, ¿Dónde estás? – pregunta desesperado
- No sé – dice ella sollozando – hay una bencinera en la esquina
- ¿Cuánto has caminado? – pregunta, pero ella no responde – Mi amor responde, por favor
- Perdón, una señora me estaba ayudando, estoy en Lou Harrison Street – dice ella con miedo – Por favor ven a buscarme, te necesito
- Iré enseguida, April quédate donde estas – dice Harry – Te quiero
- Yo igual – dice antes de que cuelgue y vaya en busca de las llaves de su auto
Al entrar a la sala todos los miraron expectantes al ver tanta desesperación en él.
- Hijo, ¿Qué paso? – pregunta Kate
- Asaltaron a April – responde el con miedo
- ¡¿Qué?! – exclamaron todos parándose de sus lugares menos Emma que era la que menos comprendía todo esto.
- Debo ir a buscarla – dice el buscando su abrigo intranquilo
- Yo te acompaño – dice Leila – Tu estas muy nervioso para conducir no quiero que te pase algo a ti también
- ¿Quién es April? – pregunta Emma
- Mira Emma, no sé qué haces aquí, ni cuál es tu objetivo, pero quiero que sepas una cosa, mi hermano ya no te necesita en su vida, tú fuiste la estúpida que se fue a otro país porque tu jefe te necesitaba – dice Leila enojada, todas la quedan mirando con los ojos abierto ya que nunca ha sido de decir esas palabras y menos tan directamente – Y segundo, creo que todos sabemos para lo cual tu jefe te necesitaba, ¿no? – dice ella haciéndose la desentendida – Para tener sexo contigo, nadie es tonto Emma, todos sabíamos la clase de persona que eras, agradezco que no te casaste con mi hermano, le hiciste un favor al mundo, ahora te pido que tomes tus maletas totalmente compradas por tu jefe que es casado y te vayas de nuestra casa y no vuelvas más – termina diciendo con una sonrisa satisfactoria
Emma se queda callada sabiendo que todo es verdad, pero no prefiere decir nada y tomar sus cosas e irse.
Cuando quedan los cuatro en la sala, sus padres y su hermano la quedan mirando sorprendidos ante tanta valentía y coraje para decir eso.
- ¡Vamos se lo merecía! – dice Leila rompiendo el ambiente
- ¡Bien hecho hija! – dice Daniel felicitando a su hija
