Sara
- Sara baja a cenar- grita mi madre desde el piso de abajo.
Dejó mi móvil en la mesita de noche de mi habitación y bajo entusiasmada. Tengo demasiado hambre.
Entro a la cocina y me encuentro a todos terminando de poner la mesa.
- ¿Y Jesús?- preguntó frunciendo el ceño al ver que no hay ningún plato para él en la mesa.
- Ha llamado que se queda en casa de un amigo a dormir- me informa Dani rodando los ojos.
Me extrañó al ver su expresión pero me siento en la mesa y decido no preguntar.
- Mañana le conoceréis por fin- dice Juan sentándose también.
Asiento y empiezo a comer a la vez que entablamos una conversación bastante agradable.
Se nota que ya vamos cogiendo confianza, aunque solo llevemos una tarde aquí.
(...)
Queda una semana para empezar el instituto y he ido con mi madre para finalizar los últimos trámites.
La verdad es que el colegio está bastante bien.
Es grande, y tiene cafetería y máquinas expendedoras.
Esta mañana, Dani nos he dicho que nos presentarán a algunos amigos suyos para que conozcamos a alguien antes de empezar el instituto.
La verdad es que está siendo muy amable con nosotros.
Y bueno a Jesús aún no lo he conocido ya que nos hemos ido pronto a terminar de concretar todo.
- Mama, déjame en la esquina y voy a comprarme algo a la tienda, que tengo hambre- le digo señalando un pequeño establecimiento que hay al lado del colegio a través de la ventanilla del coche.
- Vale, pero quédate por aquí y ahora vuelvo a por ti.
Asiento conforme y me bajo para caminar hasta allí.
No tengo mucha hambre pero no me apetece ir con mi madre a unas oficinas a que nos cambien nuestros datos sobre el domicilio. Parece bastante aburrido la verdad.
Entro en la tienda que más bien parece un kiosco y empiezo a ver las revistas para hacer un poco de tiempo.
Voy a otra sección donde hay más revistas y me encuentro a un chico de espaldas.
Se da la vuelta y puedo ver que es prácticamente igual a Dani.
Y sin pensarlo dos veces las palabras salen de mi boca.
- ¿Jesús?- pregunto, aunque ya me se la respuesta.
Este frunce el ceño y de repente se empieza a poner nervioso.
Por lo que yo me extraño más.
- Eh... Si- dice inseguro- Hola...- creo que va a continuar hablando pero se calla- ¿Maria?
¿María?¿De qué habla este tío?
Habrá visto mi cara de no entender nada porque empieza a probar con más nombres.
- Ah no perdón, que cabeza- dice pasándose una mano por el pelo- ¿Silvia?¿Andrea?
Yo cada vez tengo el ceño más fruncido.
- Bueno da igual, me tengo que ir- dice intentando salir de esta situación- me alegro de volver a verte.
Y se va.
¿Que ha pasado?¿Volver a verme? Pero si no nos conocemos.
Esto cada vez es más raro.
Salgo del kiosco y me siento en uno de los bancos que hay, a esperar a mi madre, ya que no me sé el camino de vuelta.
Oigo el claxon de un coche y levantó la vista para ver a Juan.
Me acerco extrañada y baja la ventanilla.
- Me ha dicho tu madre que pase a por ti que se le va a hacer más tarde.
- Ah vale- digo subiéndome al asiento delantero.
Llegamos a casa y entro saludando alegre.
- Holaa
- Estamos aquí- oigo a mi hermano en el salón por lo que me acerco sin decir nada más.
- No me creo que os vuelva a ver cómo os he dejado esta mañana- digo sentándome en el sitio libre que hay en el sillón- Sois unos viciados en serio.
- Mola mucho Sara- me dice Dani concentrado en la pantalla.
- Si si, lo que digáis- digo dándoles la razón como a los tontos.
Subo arriba y me dirijo a mi habitación.
Cuando ya llevo un rato aburrida decido bajar y quitarles los mandos de la play. Son unos viciados.
Salgo de mi habitación mirando el móvil y levantó la vista cuando me choco con alguien.
- ¿Tú?- pregunta con el ceño fruncido el gemelo rarito que me he encontrado antes en el kiosco.
- Si yo- le digo cortante, para acto seguido dirigirme a las escaleras y bajar dejándole ahí, en medio del pasillo, plantado, con cara de gilipollas.
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¿No bastaba con dos? (Gemeliers)
FanfictionComo si no fuera difícil aguantar a dos chicos adolescentes en tu casa, imagínate a cuatro.