Sara
- Chicos vamos a comer ya- dice Juan entrando al salón- ¿y los demás?- pregunta confuso al ver que solo estoy yo.
- Están arriba- le contesto- ¿los aviso?
- Si porfa cariño- me pide para luego salir y dirigirse a la cocina probablemente a ayudar a mi madre con la comida.
Salgo del salón y subo entrando a la habitación de mis hermanos.
- A comer- les informo- oye, ¿habéis conocido ya a Jesus?- preguntó pareciendo desinteresada.
- Si- me contesta Alex- es muy majo
- Es igualito a Dani
Asiento y salgo a avisar a Dani.
Pues a mí no me ha parecido nada majo la verdad- pienso tocando a su puerta.
- Adelante- oigo
Abro la puerta y me encuentro a Dani tumbado en la cama mirando el móvil.
Levanta la mirada y me sonríe.
- Dime Sarita- la verdad es que ya hemos cojido mucha confianza.
- Tenemos que bajar a comer- digo entrando un poco más para ver su habitación. Es igual a la de mis hermanos menos por lo de que solo hay una cama y que es un poco más pequeña.
- Valee- me dice alegre levantándose.
Decido pregúntale a Dani por si sabe algo sobre el comportamiento de su hermano.
Me cojo un mechón de pelo y empiezo a tocármelo con la mano mientras me muerdo el labio.
No sé cómo empezar.
- Oye Dani- digo un poco nerviosa. Este levanta la vista de sus zapatillas las cuales se estaba poniendo dándome paso a hablar- tu hermano es un poco ratito, ¿no?- le suelto sin más.
Este frunce el ceño.
- ¿Por?- suelta una carcajada.
- Es que me lo he encontrado esta mañana en un kiosco y se ha puesto súper nervioso. Luego ha empezado a llamarme de muchos nombres distintos a ver si acertaba. Y por último me dice que se alegra de volver a verme, cuando no lo había visto en mi vida. Y se ha ido- le cuento alucinada.
Se queda por unos segundos mirándome a los ojos y empieza a reírse
- No me lo creo- dice aún riéndose.
- Pues yo no le veo la gracia- le digo sería- ¿está loco o algo?
- Loco no pero gilipollas un poquito- dice sin más y se dirige a la puerta.
-¿Vamos?- me pregunta divertido.
Me quedo un poco a cuadros pero salgo detrás de él y lo sigo hacia la cocina.
(...)
La comida transcurre con normalidad aunque yo me mantengo al margen de la conversación.
De vez en cuando dirijo mi mirada a Jesús y lo pillo mirándome, pero enseguida, al darse cuanta, desvía la mirada hacia cualquier otra parte y yo suspiro frustrada.
Una vez hemos acabado de comer y de recoger todo subo a mi habitación a descansar un rato.
Estoy tumbada en mi cama viendo fotos en instagran cuando tocan a la puerta.
- Adelante- digo viendo aparece a Alex.
- Hermanita hemos quedado a las 6 y media con los amigos de Jesús y Dani para que nos los presenten.
Yo asiento con la cabeza sin mucho ánimo.
- ¿Estás bien?- me pregunta sentándose en el borde de mi cama.
Me incorporo un poco y me apoyó en la pared.
- Si tranquilo
- Sara nos conocemos ya muchos años y sé cuando no estás bien- me dice con cara obvia.
Suspiro frustrada- ¿por qué me tiene que conocer tanto?
- Estoy bien enserio- intento convencerlo poniéndole una especie de sonrisa sin mucho resultado.
- Se qué echas de menos nuestra antigua casa, nuestros amigos y todo lo demás pero seguro que aquí conocemos a personas geniales y de la casa no te puedes quejar eh- dice provocándome una sonrisa.
Me encanta cuando hace todo lo posible por verme contenta y lo consigue.
- Gracias hermanito- digo abrazándole- eres el mejor.
- Lo sé- dice al separarse de mi poniendo cara de superioridad.
- Y el más creído- digo rodando los ojos
- También lo sé- dice provocándome una carcajada.
- Anda vete a arreglarte que aun llegarás tarde- le digo ya más animada.
- Pero si aún queda una hora
- ¿Una hora? Pues ya llegas tarde- digo riéndome provocando que me mire mal y salga por la puerta.
Que chaval
Espero que me caigan bien los amigos de los gemelos- pienso levantándome para arreglarme.
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¿No bastaba con dos? (Gemeliers)
Fiksi PenggemarComo si no fuera difícil aguantar a dos chicos adolescentes en tu casa, imagínate a cuatro.