D o s.

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Dios. No puedo creer que las madres permitan que sus hijos jueguen con los productos. Han tirado 2 cereales por todo el piso.

¿Ahora quién tiene que limpiar? ¡Yo! Maldición.

Tomé la escoba y un recogedor, limpiando casi todo.

Noté que había alguien parado en ellos. Mierda.

-¿Podría darme permiso? -dije fuerte, sin verle la cara a la persona.

Se quitó. Terminé de barrer y me levanté.

-Gracias...

Me quedé perpleja al ver de quién se trataba.

¿Ella de nuevo?


Turn off; lesbian.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora