Turn off; lesbian.

T R E I N T A; e n d.

Llegué al lugar en donde nos quedamos de ver. Entré a la cafetería y te vi sentada, con Alex.

—Hola, lo siento, el autobús se tardó —me excuso mientras me siento al lado de Alex.

Sonríes.

No puedo dejar de verte. Es que, no comprendo qué fue lo que te pasó. Te ves muy demacrada. Ahora sólo pareces tu propio fantasma.

—Mientras tú no estabas aproveché para decirle a Alyssa cuanto me gusta —dice Alex, mirándote coquetamente.

Te ves incómoda.

—Lo siento, Alex, pero tú no me gustas.

Él ríe levemente, y acaricia tu mano.

—No te preocupes, Sasha ya me dijo todo.

Me miras sorprendida.

Alex se levanta y me da un beso en la mejilla, y uno a ti.

—Las dejo solas, tengo un compromiso —. Se da la vuelta, pero regresa para decir algo —. Ah, se me olvidaba algo. Alyssa, siempre estaré dispuesto para ti, por si algún día decides cambiar de opinión.

Guiña el ojo y se va. Tú sólo ríes un poco. Pero vuelves a tomar seriedad.

—Estoy muy arrepentida de haberme ido sin decirte nada, gracias a ese acto de rebeldía contra mi madre te perdí. No tienes idea de cuanto adoraba pasar tiempo contigo. Me metí a ese trabajo sólo por ti, porque sabía que eras una buena chica, una chica que no tenía que perder.

Mis ojos me empiezan a arder. Quiero llorar, maldición.

—Regresé para buscarte, y enamorarte. Quizás la forma en que lo intenté fue la más estúpida de todas... Nunca debí haberme ido, y, ¡joder! En verdad me duele ver como ya no me quieres como yo a ti —comienzas a llorar.

Inmediatamente me siento a tu lado y te abrazo. Cierro los ojos, y siento como si me conectara contigo.

Te tranquilizas un poco y salimos del local. Comenzamos a caminar por la calle.

—La primera vez que te vi en el supermercado me pareciste una de las chicas más lindas que había visto en mi vida. Esperaba con ansias el momento en que fueras a comprar y me pidieras que te pasara la jalea, la misma que yo compro. Me gustó que se fuera formando una amistad entre nosotras, poco a poco entre más te conocía más me gustabas. Cuando nos besamos... Mierda, fue el momento más hermoso que he experimentado.

Sonríes y te detienes.

—La gente crece, madura. Ya no eres la misma de hace tiempo, quizá yo tampoco. Te seré sincera; con lo poco que hemos tratado desde que regresaste, ya no siento lo mismo por ti. Lo lamento Alyssa, pero ya no te quiero como antes.

Suspiras y me miras a los ojos.

—Te comprendo, Sasha. A mí me hubiera gustado que pasara algo lindo entre nosotras, pero las circunstancias y nuestros pensamientos no lo permiten.

—Esto es una despedida, dentro de poco me mudaré, mi madre quiere que vivamos en California. No me queda más que agradecerte por todos los lindos momentos que me hiciste pasar.

Me acerco a ti y doy un beso sobre tus labios.

Miro tus ojos antes de darme la vuelta e irme a casa.

—¡Sasha! Gracias a ti —sonríes con lágrimas en tus ojos.

Me es imposible no regresar y abrazarte muy fuerte.

—Adiós, Alyssa.