Haikyuu!!'s The Type's Of Boyfriends.

#11: Tsukishima.

Tsukishima es el tipo de chico que se declararía así: 

Claro que cuando Tsukishima le dijo a Yamaguchi que se iba a confesar, no esperaba una reacción tan... shockeada, más bien... esperaba una reacción de admiración, algo así como: " ¡Wow, Tsukki es tan genial!" 

— ¿Te sientes bien, Tsuki? —Yamaguchi sólo atinó a preguntar eso y quedarse en blanco, tal como un fantasma de sabana. 

El rubio solamente lo ignoro todo el resto del día. Se había enojado. 

Estaba acostumbrado a que lo trataran de alguien frío y sin sentimientos, es más, a él le agradaba eso, no tenía problemas ni nada por el estilo, pero dejando aun todo eso de lado el seguía siendo un humano. Y el haberse enamorado de una chica era una demostración de que poseía un corazón que latía, gélido pero que latía. 

Así que sólo fue por impulso y enojo cuando el día había terminado, cuando las practicas terminaron y ya se encontraba camino a casa cuando se echo a correr, lento al principio pero a los segundos corriendo a todo lo que daba para alcanzar a la chica que le gustaba.

Fue un problema encontrarla, no sabía donde vivía; en realidad, él apostaba a todo que ella sólo lo conocía por ser alto, la tsukirola. Luego de haber preguntado a casi todos los estudiantes que se cruzaban en su camino, logro encontrarla, caminando a su casa, sola con sus auriculares puestos y tarareando mientras caminaba al compás de la canción que escuchaba. 

Se detuvo a unos metros de ella, respirando entrecortadamente, sudando y temblando como una onda sonora. Siguió caminando mientras ella también lo hacia, sin percatarse de su grande y agitada presencia. 

Ya estoy aquí, pensó, supongo que no tengo marcha atrás. Suspiro, intento arreglar su aspecto y cuando estuvo satisfecho fue hacia su enamorada. 

Le toco el hombro, nervioso y sintiendo dolores en las extremidades de su cuerpo, la chica se giro y en el procedimiento se quito uno de sus auriculares. 

—Tsukishima-san —Le sonrió al haberse girado. — ¿necesita algo?

Tsukishima no respondió por los próximos diez segundos. Se sentía mucho mejor que ganar un partido y mucho mejor que ver molesto a Hinata y Kageyama. Se sentía como si pudiera volar. Ella sabía quien era él, ella lo conocía. 

 —Me gustas.  —Sonrió coquetamente y la soltó del hombro. — Sal conmigo, por favor.

Ella abrió sus ojos precipitadamente y rió, tomo el rostro del rubio y lo beso.