Haikyuu!!'s The Type's Of Boyfriends.

#11: Lev.

Lev es el tipo de chico que se declararía así:

No sabía si aquella mañana todos la miraban a ella ya sea por su belleza, la cual era mucha, o si tenía un dibujo en el rostro, aunque a la segunda posibilidad la desechó al verse en el espejo del baño y la primera posibilidad se hizo mucho más grande.

Al llegar al salón, aun con todas las miradas encima, se encontró con todo el salón revuelto, como siempre, sólo que esta vez los nombres que saltaban eran el suyo y el de su compañero, Haiba Lev. Algo avergonzada por el repentino silencio y la atención que ganó, se dirigió a su pupitre, esperando que el día termine.

El timbre del almuerzo sonó, dando inició al caos en toda la escuela. Todos los estudiantes salieron del salón y un pequeño grupo de chicos se acerco a ____, quien aún estaba tímida.

— ¿N-n-n-n-n-necesitan alg-g-g-go? —Tartamudeo tanto que el grupo se rió, ella se sonrojo mientras se intentaba esconder.

—Haiba Lev quiere verte —Respondió un chico rapado. la tomó del codo, la levantó levemente del asiento. —, al gimnasio, ya.

— ¿Para qué quiere verme, Lev? —Ella se soltó de él, molesta por el tono que uso. Un chico de cabello negro se acercó sonriéndole, se quedó a unos centímetros muy pequeños de distancia del rostro de ella.

—Es un secretoo.

Abrió su boca indignada para intentar quejarse, pero el mismo chico que habló primero, la alzó sobre su hombro como una bolsa. Ella gritó, lo golpeo, le pateó, incluso se le vino a la mente escupirlo pero recordó que era su senpai y uno aterrador, probablemente ganaría un buen castigo.

Durante todo el trayecto hacia... bueno, hacia donde la dejarían, todos actuaban como si fuera normal que un enano teñido vicie con su consola, que un pelinegro sonria como si fuera un rey, que un castaño mire a todos acusadoramente y que un rapado lleve a una chica como una bolsa de papas. Ella estaba esperando que le dijeran que no era normal, porque ella realmente nunca veía estas cosas.

El viaje terminó, y el lugar donde se quedaron fue el gimnasio principal. El chico raro la bajó de su hombro, sonriéndole algo sonrojado y ella apenas estuvo en el piso, también se sonrojo. Su rostro adquirió un color tomate junto a sus orejas, sintió como la boca de su estómago se cerró, sintió como se le dificulta el respirar, y como comenzaba a temblar, sus manos se volvieron sudorosas y su garganta se reseco.

Toda la cancha de práctica estaba decorada con corazones y cosas cursis, globos, dibujos, serpentinas, luces de navidad, flores y muchas cosas que harían vomitar a la chica, pero en ese momento lo único que captaba su atención era el chico parado en medio de la cancha; con su uniforme escolar perfecto, al igual que su peinado, un enorme peluche de un león en sus brazos, casi escondiéndolo y un ramo de rosas junto a una pequeña caja.

¿Désde cuándo los chicos son tan románticos? Pensó mientras era empujada por los chicos raros. Cuando ellos dejaron de empujarla, se dirigió a pasos pausados hacia Lev, quien también había comenzado a caminar lentamente. Una vez estuvieron a dos pasos que los separaban, Haiba estiró los regalos hacia ella, empujándola en el procedimiento.

— ¡ME HAS GUSTADO DESDE EL PRIMER MOMENTO EN QUE TE VI! ¡POR FAVOR, SAL CONMIGO!

La chica sonrió, pero un pequeño ataque de vergüenza la invadió, haciendo que intentara esconder su rostro en el enorme león de peluche, sin embargo, Lev no la dejo, tomó el león y lo dejo a su lado, tomó las manos de la chicas y con el rojo de su rostro y la vergüenza la miró directamente a los ojos.

—Por favor —Murmuró abochornado —, se mi novia.

Ella sabía que podía morir, pero ¿qué sentido tenía ahora que al fin tenía a su chico perfecto muriendo en frente de ella por una simple respuesta?

No pudo ser capaz de mencionar una respuesta, más simplemente el incremento de su sonrojo y un pequeño asentimiento fue lo justo para Lev.

—Gracias — Susurró tomándola desprevenida y finalmente dejo un pequeño beso en los labios de la chica.

Matandola, literalmente.