Haikyuu!!'s The Type's Of Boyfriends.

#11: Kenma:

Kenma es el tipo de chico que se declararía así:

—Me gustas.

La chica a su lado se sobresaltó. Kenma observaba cada uno de sus movimientos, intentando ocultar su nerviosismo  y sus ganas de salir de allí, esconderse y jugar con su consola.

Aunque la chica tampoco quedaba atrás.

¡Su senpai se le estaba declarando! ¿cómo se supone que debería actuar?    

—Entiendo si no sientes lo mismo que yo —Murmuró el teñido, volviendo su concentración hacia la consola que portaba en sus manos, aunque no se puso a jugar. —, no te sientas presionada.

Se levantó lentamente del asiento público, esperando que ella lo detenga, que lo quería, que guste de él, pero sus esperanzas se acabaron cuando en la quinta cuadra nada paso.

A los días siguiente, Kenma con suerte la saludaba, y si lo seguía haciendo era porque Kuro era un desalmado y lo obligaba. No le agradaba verla nerviosa y vergonzosa cada vez que estaba cerca de él, como parecía querer irse de allí y no volver a verlo; es por eso que dejaba de saludarla, de verla e intentaba dejar de gustar de ella, pero ella era demasiado perfecta para él.

—Deberías declararte otra vez —Le sugirió Kuro —. Cuando te declaras dejas pensando a tu enamorada sobre ti todo el día, "¿por qué le gusto? ¿qué le encontró lo bueno en mi? ¿por qué yo? ¡mierda, ahí esta! ¡¿qué hago?!" . Si ella no pensó en ti, es una tonta.

Su intento de consejo no le sirvió mucho, puesto que a la segunda vez de un intento de declararse, ella parecía peor que la anterior.

—Ke-Kenma-senpai —Le sonrió mostrando sus dientes. —, ¿necesita de algo?

—Me gustas —Ignoró su pregunta y fue directo al punto. —, por favor se mi novia.

La chica se sobresaltó, trago saliva, bajó la cabeza, subió la cabeza y miró a todos lados del pasillo, jugó con sus manos, con sus cabellos, con su nariz y labios, todo eso en menos de un minuto. No parecía tener intención de contestar.

Demasiado linda, pensó.

— ¿Está seguro que quiere salir conmigo, senpai?

—No te lo hubiese preguntado dos veces.

Ella tragó saliva.

— ¡Q-Q-Q-Q-QUIERO QUE SEPA QUE NO ME DEBERÁ DEJAR NUNCA!

—No planeaba hacerlo.

— ¡NO TIENE QUE MIRAR A OTRAS CHICAS!

—No hay mujer más linda que tu.

— ¡NO ME DEJES POR LA CONSOLA!

Él se sobresaltó esta vez.

—No metamos a la consola en esto, por favor.