CAPÍTULO 7 "- Bésala."

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- Mac vamos al salón de matemáticas queda por ese pasillo.- Dijo en tono apagado Sophia. Desde que salió de su clase anterior ha estado rara.

- Hermana ¿qué te pasa? - Sophia cerró los ojos y respiro hondo.

- Es que... maldita sea Mac, me gusta demasiado Alex.- La miré confundida ¿Qué tiene de malo eso?. Al ver mi confusión, añadió.- O sea, me gusta demasiado. En todo este poco tiempo que lo he llegado a conocer me he dado cuenta que parece un estupendo chico. Caballeroso, respetuoso, se preocupa por mi y muchas cosas más.- Sus ojos de un momento a otro se cristalizaron.- Pero no quiero que me parta el corazón. Hace rato lo vi charlando con una chica, empecé a caminar hacía él y cuando me vio, la agarro por el brazo y se fue hacia la dirección contraria. ¿Está jugando conmigo? ¿No es lo que yo creo que es?

Vale, me impacta demasiado que Sophia piense eso siendo extraordinariamente bella. Pero más me impacta la actitud de Alex, porque él parece una buena persona.

- Hermana, no tienes por qué tener esos pensamientos, estoy segura que Alex es un buen chico, y si te hace daño yo misma me encargaré de patearle su lindo trasero hasta que no se pueda sentar por tres semanas.- Sonrió.- Además él debe de tener razones por la cuales se alejo de...

- Hola.- La voz de quien sea nos tomó desprevenidas. Me volteé para ver quién es y resulto ser Míster-sonrisa-perfecta. Alex. Sophia, al ver que se trataba de él, se puso seria.

- Hola.- Respondió Sophia, indiferente.

Alex notó que Sophia estaba rara de inmediato.- Sophia, se que debes de estar molesta o confundida por como me alejé... no es lo que piensas..- Sophia arqueo una ceja, no muy convencida.- Cristina solo me estaba haciendo un favor que le pedí. Yo... esto... ¿Sophia quisieras... salir... conmigo está... noche? - Pobrecillo, no podía ni hablar. Temblaba de pies a cabeza. Sophia colocó una cara de confundida épica.
Luego de unos instantes en lo que creo, estaba procesando lo que dijo Alex, reaccionó.

- Claro que... sí.- Él asintió sonriendo de oreja a oreja, rebusco en su bolso y sacó una caja de bombones.

- Éste es el favor que le pedí a Cristina, sus padres hacen de todo tipo de chocolat...- Sophia saltó a él y le dio un gran abrazo.

Ésto lo agrego a la lista que acabo de crear que se llama " Cosas que Jamás me Pasarán"

Empecé a alejarme hacía el salón de matemáticas. Aunque ahí sobraba, me sentía muy feliz por Sophia. Alex es definitivamente la persona más dulce que conozco, lo apruebo.

¿Qué chico del siglo XXI invita a salir y regala bombones?

Punto para Alex.

(...)

- ¿Qué tal esto? - Asentí, cansada. Ella colocó cara de asco.- No, lo odio. Ni siquiera sé por qué lo compré. Odio el blanco.- Salió de mi habitación maldiciendo por "no tener nada qué ponerse". Abrí la boca, incrédula. Creo que el closet de Sophia es uno de los que tiene más ropa en el mundo.

Estuve todo el día escuchando a Sophia hablar sobre Alex y ahora me pregunta a cada rato qué me parece tal cosa para ponerse en su cita. Le dije que se colocara cualquier vestido que se haya puesto antes para alguna reunión o algo así porque Alex no la ha visto con ninguno pero su respuesta fue:

- Alex es diferente, así que también seré diferente, comenzando por la ropa. O sea no me colocaré nada que me he puesto antes.- Dijo. Que descarada, eso no es por Alex. Siempre hace lo mismo, una de sus reglas de oro es no repetir combinaciones.

Después de eso, no me dejó en paz ni cinco minutos.

- ¿Y esto? - Me mostró una falda con muchos brillos y un top cortisimo.

- No. No. Y mil veces no. ¿Quieres darle una buena impresión al chico o quieres hacerle parecer que trabajas en un club de noche? - Miró el atuendo horrorizada.

- ¿En qué estaba pensando? ¿qué me pasa? Mi sentido de la moda se está esfumando.- Chilló. Me tomé la cabeza.

Auxilio.

- Sophi, con un vestido casual no muy llamativo estarás más que perfecta.- Asintió y salió corriendo. Escuché cosas que chocaban contra el piso o la pared. Al cabo de unos minutos, entró en mi habitación.

- Este es el elegido.- Dio una vuelta para poderla ver bien. Cargaba un vestido rosa pastel, con un escote en forma de gota y se sujetaba en el cuello, el vestido le marca las curvas y la parte de la falda se abría en corté princesa, lo combinó con unos tacones blancos.

- Estas hermosa, hermana.- Dije sonriendo con satisfacción. Vi como el rubor le llegó a las mejillas. Se sentó en mi cama y se mordió el labio inferior. Fruncí el ceño.- ¿Ahora qué pasa?

- Estoy algo nerviosa, quiero besarlo pero es nuestra primera cita. ¿Qué hago? ¿Y si no le gusta el vestido? ¿Y si no me quiere besar?

- Estoy segura que le gustaras Sophi y de lo demás no te preocupes, anda a terminar de alistarte.- Asintió y fue a su habitación sonriendo de nuevo.

Me cambié la ropa por una camiseta grande y un mono de pijama.

Yeah, así me gusta estar, es lo mejor del mundo.

Bajé a la cocina y saqué un pote de helado. Tengo mucha tarea pero no tengo ganas de hacerla, la hubiera hecho en la tarde pero Sophia no me dejó. Lo bueno es que hoy es viernes y puedo hacerla después. Me senté en el sofá y encendí la televisión. Al cabo de un rato, sonó la puerta. Fui a abrirla y me encontré con un Alex muy nervioso y extremadamente atractivo.

- Hola Maddie...- Sonrió tímidamente. Traía un ramo de flores.

Otro punto para Alex y otra cosa anotada en mi lista de cosas que no me pasarán.

- Hola Alex. Pasa. Puedes decirme Mad o Mac, como te parezca mejor.- Dije sonriendo.

- Mac me parece bien, no creo que pueda pronunciar bien lo otro...- Reí, se parece a Sophia en eso.

Me volteé hacía las escaleras.- ¡Sophia ya Alex llegó!

- ¡Ya voy, denme cinco minutos! - Le hice un gesto para que se sentara y el asintió, aun nervioso.

- ¿Tienes auto? - Pregunté y el asintió.- Bien, dame las llaves. Cuando hayan salido por la puerta le dices a Sophia que se te olvidó algo y vienes.- Me miró, confundido.- Solo hazlo.- Añadí y el me dió las llaves. Busqué el pote de helado y le ofrecí un poco, pero negó con la cabeza.

Más para mi.

- ¿Te quedarás sola, Mac?

- No, Sophia me contrató una niñera.- Se echó a reír y se relajó un poco.

- ¡La niñera! ¡Se me olvidó llamarla! - Gritó Sophia tapándose la boca desde el borde de la escalera. La miré mal. Alex y ella se echaron a reír y no me quedó más remedio que unirme a ellos. La observé mejor y quedé literalmente con la boca abierta. Iba a decir algo pero Alex se me adelantó.

- Sophia... estás... hermosa. - Dijo casi sin aliento, ella se sonrojó.- Toma, para ti.- Le tendió las flores.

- Uauuu, gracias. Tú estás también muy bello. - Dijo sonriendo y aun sonrojada. Se quedaron viendo y suspirando. Se parecen a Doña Florinda y el profesor Jirafales, de una comedia mexicana llamada El Chavo del 8.

- Vamos niños, se hace tarde. - Añadí riéndome.

- Umm.. sí, regreso en unas horas Mac.- camino hacía la puerta y Alex la siguió.

- Mejor regresa mañana.- Bromeé y salieron. Por un momento pensé que a Alex se le había olvidado que me había dado las llaves de su auto pero luego abrió la puerta. Me acerqué a él.

- Ten.- Le di las llaves.- Bésala.- Él sonrío y asintió.

- Prometo que la pasará excelente.- Sonreí y el salió.

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