CAPÍTULO 4 "- Historia de amor."

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- Éste es el salón de Español.- Señaló la puerta que estaba junto a él.- Cuando tengan más tiempo les doy un recorrido por el Instituto.- Nos guiñó un ojo y se fue por el pasillo de la derecha.

El chico al que Sophia le pidió el favor de decirnos dónde está el salón de Español se llama Harry. Es alto y flaco, piel pálida y ojos cafés. Me pareció agradable aunque se ve que no habla mucho. Me cayó bien al instante.

- ¿Qué esperas? Toca la puerta.- Dije de mal humor. Sophia me estaba sacando de mis casillas con sus estúpidos comentarios acerca de lo hermoso que son los chicos de aquí.

- ¡Yo no la tocaré! - Se cruzó de brazos. Le lancé una mirada asesina.- Mmm ¿piedra, papel o tijeras? - Sonrió tímidamente de medio lado.

- ¿Qué hacen ustedes aquí afuera? Deberían estar en clase.- Nos regañó, la que creo que es, la profesora de Español. No se de dónde salió. Mire a Sophia para ver si sabía quién era y me hizo señas para que viera hacia la puerta que había señalado Harry que ahora estaba abierta. Sí es nuestra profesora.

- Mmm esto... - Me aclaré la garganta.- Somos nuevas. ¿Es usted la profesora de Español?

Claro que es la profesora de Español estúpida.

- Oh, ya veo. Pasen, llegan tarde. La clase comenzó hace diez minutos y no tolero los retrasos.- Ni siquiera respondió a mi pregunta. Me miró de arriba a abajo e hizo un movimiento con la mano para que pasáramos.

Definitivamente no seré su alumna favorita.

Entramos al salón y empecé a observar a todos. Mis ojos se fijaron en un chico que me miraba con atención y con una ceja levantada. Como que si esperaba que apareciera algo mejor por la puerta. Me causó asco lo creído que se mostraba.

- Clase ellas son las alumnas nuevas...- Sophia me dio un codazo leve en las costillas.

- Oh, si.. Maddie Brown.- Dije torpemente.

- Sophia Parker.- Añadió en tono firme. Sophia no se sentía nerviosa hablando frente a varias personas. Yo sí.

No escuché lo que la profesora estaba diciendo porque mi atención seguia en el mismo chico. Tiene los ojos de un azul intenso, pestañas largas y cejas muy pobladas, es de piel pálida y por lo que se ve es musculoso, tiene el cabello desordenado y de un color castaño claro con destellos naranja. Debo confesar que es terriblemente sexy.
Me seguía mirando con atención. Sentí que Sophia me jalaba y volví a la realidad.

- En la última fila hay un asiento ve tú. Yo me siento en la primera fila.- Sophia me sonrió y vi como miraba al chico que estaba junto al puesto vacío de la primera fila.

Caminé hasta mi asiento que quedaba a dos puestos del chico que me miraba. Saqué mis cuadernos y libros y volteé disimuladamente para verlo. Me seguía mirando, pero ahora estaba serio. Sentí como un rubor se esparcia por mis mejillas.

Dios que estúpida, ¿por qué te sonrojas? Que te mire no significa que seas bonita Maddie. Quizás te ve como un adefesio.

¡Gracias consciencia!

Me obligué a mirar al frente y prestar atención. La clase fue aburrida. Casi me quedo dormida en dos ocasiones si no fuera por los gritos de la profesora regañando a dos personas por estar en las mismas circunstancias que yo. A veces sentía la mirada del mismo chico. ¿Por qué me mira tanto? ¿Tengo algo en la cara?
Sacudí la cabeza para sacar esas preguntas y vi que Sophia charlaba animadamete con su compañero y le lanzaba sonrisas pícaras.

Genial. Mi hermana me volverá loca hablándome de él.

Sonó el timbre y Sophia salió con el chico, me miró y me hizo señas para ir con ellos. Definitivamente no iba a ir, no iba a ser el mal tercio. Agarré mis cuadernos y libros y los metí en mi bolso, saqué uno de mis libros favoritos para leerlo, junto con un cuaderno que utilizo para anotar las frases que me gusten y empecé a caminar concentrándome en la lectura.

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