CAPÍTULO 11 "- Amores imposibles."

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Lunes.

Odio los lunes. ¿Por qué tuvieron que inventar los lunes? O mejor... ¿Por qué casi siempre los lunes son taaan aburridos y fastidiosos? Esa es la pregunta del millón. Aunque, no niego que hoy amanecí algo feliz, algo. Y agradezco muchísimo que he estado tan ocupada y no he pensado en el señor "me-subo-a-tú-auto-actuó-extraño-te-invitó-un-helado-te-intento-besar-y-luego-te-pido-que-hagas-como-si-nada." Sí, lo sé, es un apodo largo pero es mejor que llamarlo con groserías.

Ayer la pasé estupendamente bien conduciendo el auto de carreras, me sentí llena... sentí que todas mis preocupaciones no existieron mientras conducía, sentí una felicidad increíble. Y aunque no conocía muy bien el circuito -puesto a que solo lo vi dibujado en un mapa- Tomé las curvas a la perfección. Dí al rededor de cuatro vueltas y me pareció que fueron poquitas, quería que ese momento durará para siempre. Al principio, logré ver a Sophia y tenia una cara de trauma espectacular y lucia más pálida de lo normal, pero luego cuando vio que no corría ningún peligro, se relajó aunque siguió estando pálida. Al bajarme del auto y quitarme el casco la saludé con la mano y vi que sus mejillas tomaban de nuevo color. Estaba camino a quitarme el uniforme cuando Mosby semestre acercó.

- Wow chica-curvas, conduces excelente.- Comentó alegremente. Me sonrojé. Sí, es estúpido sonrojarme pero es que es taaan atractivo... normalmente no suelen hacerme cumplidos. Y se que sonará bochornoso pero eso de chica-curvas bueno...

- Gracias... no es para tanto.- Susurré más para mi misma.

- Claro que sí.- Se tomó el mentón, he intuyo que está pensando. Luego de unos momentos habló.- Creo que podrías ser parte del equipo chica-curvas. Siempre y cuando tu quieras y tus padres den el consentimiento. Nos vendría bien a una chica con unas habilidades como tú. ¿Qué dices? Piénsalo. Ten mi número- Oh por Dios. Si mi rostro era rosado hace unos minutos, ahora debe de estar como un tómate. Tomé el número que ya está escrito en una hoja de papel con cierta torpesa.

- Gr-gracias... lo pensaré.- Y sin más, salí disparada a cambiarme.

Cuando le conté a Sophia la propuesta, se negó de lleno. Dijo que con haber conducido una vez es suficiente, que es muy peligroso y blah, blah, blah.
Hoy, a pesar de que es lunes, amanecí algo feliz por esa experiencia. Quizás logre convencer a mis padres -los padres de Sophia- para que me dejen participar. Le pregunté a Sophia que cómo había conseguido la entrada a primera fila y el pase para que yo conduciera y se sonrojó de inmediato.

- Emm, digamos que mi novio tiene un amigo allí que le debía un favor y yo le rogué para que te consiguiera esa oportunidad...-Dijo.

Llegamos a Mondey Crosh algo temprano y por primera vez, todos actúan normal y no nos ven como unos bichos raros. Sophia se quedó en la entrada para esperar a Alex y yo, como ya sé mas o menos dónde están los salones, me encamine al de Español.

Tengo la puerta frente a mi, y lo único que pienso es:

Por favor que él no este allí dentro. Por favor que él no este allí dentro.

Tomo el pomo de la puerta y cuando estoy a punto de girarlo, una mano me toca el hombro e hizo que me gire, encontrándome a un Cody sonriente.

- Hola, Maddie. ¿Tan temprano entrando al aula? - Ese chico de verdad es muy tierno, provoca hacerles maldades. Sí lo sé, soy cruel. Pero ¿me van a decir ustedes cuando tienen la cosa más tierna que han visto no les provoca abrazarla, pellizcarla, morderla..? ¿No? Okay, soy la única anormal entonces.

- Hola, Cody...- Lo saludé, tímida. El me sonrío.- Bueno yo... me gusta leer, entonces entro antes para... leer en calma.- A pesar de que me parece muy tierno, me pone nerviosa porque sigue siendo guapo y uno de los chicos más populares del colegio. Me cuesta creer que está en el grupito de los patéticos egocéntricos.

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