Jessica Olson [BUNTER]

2

Sigo a Hunter escaleras arriba mientras  habla con el niño pequeño que vi antes con Christine. Siento pequeños pinchazos en la parte baja de mi vientre. Cuando me baja la menstruación suele dolerme la tripa, pero no tanto. Me levanto el jersey y ahogo un grito.

Estoy sangrando.

Pequeños cortes profundos me recorren la parte baja del vientre, vertiendo sangre, que mi jersey negro esta absorviendo.

Apoyo la mano en la pared y me sujeto el vientre cuando el mareo llega a mi cabeza. Mi vista se empieza a nublar y mi respiración se altera. Oigo como Hunter me habla, pero no le oigo bien ni le veo. Ya no veo.

¿Dónde estás Hunter?

Intento hablar pero solo un pequeño suspiro sale de mis labios antes de caerme entre los brazos de Hunter desmayada.

[JESSICA OLSON {BUNTER}]

Me despierto todavía con un ligero mareo en la cabeza y pinchazos leves en la parte baja del vientre. Intento levantarme pero una mano se apoya en mi cabeza suavemente echandome para atrás.

-No Jess, aún no te levantes...- las suaves palabras de Hunter me acarician mientras mi cabeza vuelve a entrar en contacto con la almohada.

-¿Qué ha pasado?-le pregunto a media voz-. ¿Qué hora es?

-Estabas sangrando, perdiste bastante sangre, pero llegamos a tiempo paraque te cerrasen las heridas y repusiesen la sangre- siento como me coje una mano con las suyas-. Ahora ya estás perfecta. Y son las 3 de la mañana.

Suspiro con la hora. ¿He estado tanto rato inconsciente?

-Bueno, perfecta perfecta, no, solo que ya no sangro- suspiro-. ¿Cuándo podré irme a mi casa? Mis padres estarán preocupados.

-Tu madre vino en cuanto la llamaron los médicos, pero se fue hará un ratoa trabajar y no hemos podido contactar con tu padre- me responde Hunter dándome un ligero apretón en la mano.

-Seguro que estará en algún club borracho- susurro cansada.

-¿Qué has dicho?

-Que me quiero ir a mi casa.

-Tu madre no firmó el alta, asi que no puedes irte... pero quizás mi madre podría, antes de que te despertases se fue a preguntar por ello.

Abro la boca sorprendida. No me conocen de nada y me han ayudado tanto... Una pequeña sonrisa aparece en mi rostro cuando uno mis ojos verdes con los suyos, también de ese color. Nunca me había sentido así. Es un sentimiento raro. Me siento agradecida. Agradecida porque no me han dejado sola. Me vieron en problemas y me dejaron entrar en su casa. Me iban a dejar quedarme a dormir. Me llevaron al hospital. Van a intentar que me den el alta para poder irme de allí.. Nadie ha hecho algo así por mi nunca.

-Gracias- las palabras salen de mis labios como las notas de un clarinete, limpias y claras.

-¿Por?- me mira divertido.

-Por no dejarme abandonada en la calle cuando necesité ayuda.

Una pequeña risa se escapa entre sus labios y se levanta dejando mi mano en la cama de nuevo.

-No ha sido nada, Jess, en cambio, ha sido entretenido, nunca pasaba nada interesante en mi vida- me responde con una sonrisa.

-Presumido- suelto un bufido, pero no logro contener la sonrisa que logra aflorar en mis labios.

La puerta se abre a la espalda de Hunter y entra un doctor acompañado de Christine, que me sonríe y guiña un ojo.

-Bueno, señorita Olson...