Jessica Olson [BUNTER]

Capítulo 1

Todo el mundo espera un suceso bueno en su vida.

Algo que les haga sonreír a todas horas. Reír. Bailar. Hablar. Imaginarse una vida con esa persona. Amar.

Todo el mundo piensa que los sucesos buenos suelen ser personas, yo también pienso lo mismo.

Las cosas buenas de la vida suelen llegar cuando alguien que te cierra las posibilidades de seguir adelante ya no está, o cuando la persona que te faltaba apareció al final.

Os mentiría si no creo en eso. Creo, y además creo mucho.

Antes de llegar a Beacon Hills yo creía que mi vida iba a ser una ida y venida de sucesos malos, sin ningún rayito de luz atravesando las grietas de mi muralla destrozada.

Ese pequeño pueblo me salvó. Bueno más bien ellos me salvaron.

La gente espera un suceso bueno.

Pues yo tuve dos sucesos extraordinarios.

{JESSICA OLSON [BUNTER]}

Siempre he pensado en que estaría pensando antes de morir. ¿En alguien? ¿En algo? ¿En un suceso importante de mi vida?

Ahora que estoy en este puente a punto de dar por finalizada mi pésima existencia me doy cuenta de que no pienso nada.

Después de 15 años de vida no tengo nada en lo que pensar en el momento de mi muerte. Es bastante normal, lo más malo que he hecho fue robarle la dentadura a mi abuelo George y dárselo a Crushty, el perro del señor Tumber.

Me aferro con más fuerza a la barandilla y siento como los pequeños trozos de pintura desgastada se me clavan en las palmas de las manos.

Me gustaría haber oído los testamentos en mi funeral. Si es que alguien se dignaba a hacerlo. Quizás la tía Petunia, o mi primo William. Mi familia es grande, por eso si uno muere a nadie le importa mucho ya que habrá como otras diez personas para ocupar su lugar.

Bajo la mirada viendo el agua del río ir a toda velocidad debido a la pequeña cascada en la parte baja del río. Me aferro con más fuerza a la barandilla.

¿En serio quiero esto?

Si... ¿no?

No lo sé... Yo solo quiero ser feliz y noto que aquí no puedo serlo. Nadie me presta atención. Mis kilos de más me han dejado fuera de la pirámide del instituto. Los profesores se olvidan de mi. Queen Maddox, mi ex mejor amiga, me ha dejado por Yolanda Grover, la capitana de las animadores. Que por cierto, me lleva haciendo bullying desde que llegué llamandome gordita.

Llevo tres meses en Beacon Hills y no me ha pasado nada bueno. Nada. No me ha tocado la lotería de la iglesia. He perdido a una supuesta amiga. Mi madre casi nunca está en casa y mi padre se ha metido al alcohol. No tengo hermanos que vivan conmigo en casa ya que soy la pequeña.

Joey, Sarafine y Gwendy Olson son mis hermanos mayores. Yo soy Jessica Olson.

Tengo el pelo bastante largo, de color chocolate, pero solo porque no hay peluquería en el pueblo, que si no estaría del color de la noche y más corto, y me gusta como me queda. Tengo una cintura bastante ancha, se podría disimular si tuviera más delantera, pero el 40 es mi talla en sujetador. Mi estatura es bastante singular ya que paso el 1.70.

Pero bueno, eso ahora no viene al caso.

¿Me voy a tirar? ¿Quiero? ¿Puedo?

-¡Jess, no lo hagas!

Me giro asustada y mi mano derecha se resbala de la barra. Grito y caigo al vacío mientras una cabeza morena de brillantes ojos verdes grita mi nombre.