CAPITULO 12.

172 6 0
                                    

| Narra Brooke |

Hoy estoy contenta y me apetece ir de compras, así que sin dudarlo ni dos segundos se lo digo a Ally y llamamos a Susan para vernos en el centro comercial. Me apetece una tarde de chicas y tiendas. Es lo mejor del mundo, sin duda.

A las cinco de la tarde ya estamos allí, vamos de tienda en tienda, probándonos todo tipo de trapitos. Mientras una se prueba algo, las otras dos se quedan fuera esperando para dar o no el visto bueno. En cuarenta y cinco minutos nos hemos fundido casi todo el dinero que traíamos. Vamos cargadas hasta arriba de bolsas y más bolsas, llenas de vestidos, pitillos, zapatos de tacón, playeras... Hay veces en las que creo que somos unas compradoras compulsivas, la verdad. Cuando nos reunimos para esto, nuestras carteras tiemblan. Aunque visto desde otro modo, si tu cartera tiembla, cómprate una más mona que se queje menos. Eso es lo que diría Susan sin lugar a dudas.

Estamos paseando con nuestras bolsas mientras miramos escaparates en uno de los grandes pasillos del centro comercial, cuando oigo una risa que me resulta familiar. Algo da un vuelco dentro de mí cuando me giro y veo a Harry saliendo de una tienda. No va solo, agarra a una guapa chica rubia por los hombros y parece que lleva sus bolsas. Ambos se ríen compenetradamente, y eso me pone muy nerviosa. ¿Quién es ella? ¿Por qué Harry parece tan cómodo teniéndola agarrada así? Ally me observa y sigue la dirección de mi mirada. Rápidamente se da cuenta de qué es lo que ha llamado mi atención, o mejor dicho, quién. De repente, Harry hace un gesto que acaba por sacarme de mis casillas. Sin soltarla en ningún momento, mientras van andando le planta un beso en la mejilla y ella sigue riéndose como si nada. Algo se agolpa en mi estómago y no deja de resolverse... ¿Son celos? No puede ser. Harry y yo solo somos... ¿Amigos? No lo sé. Pero anoche lo besé, nos besamos. Y ahora está tan tranquilo, sin miedo a que nadie pueda verle de lo más cariñoso con una chica. Pero claro, ¿cómo va a preocuparle? Esa chica es guapísima. Y no parece tener ningún problema con que la gente vea el cariño que le profesa ese armario de metro noventa que lleva al lado, que para colmo tiene unos ojazos de no te menees y es guapísimo. Brooke, por favor, ¡reacciona! Y ante mi propia orden, comienzo a andar en su dirección, voy acelerada, con un destino fijo, mis pies van solos, ni siquiera sé que voy a hacer cuando llegue a ellos, pero no puedo frenar. Finalmente, antes de que pueda siquiera alcanzarlos, Harry me ve y me mira sorprendido. Quizás porque le he pillado con las manos en la masa, quizás por la cara de enfado que llevo en ese mismo instante y que cada vez muestra más rabia.

- ¡Hola! ¡Qué sorpresa! - Exclama Harry, sonriente. Tendrá cara... Y tanto que sorpresa.

- ¿Sorpresa? Oh, ya lo creo. Yo estoy más que sorprendida... - Suelto sarcástica.

- Ey, ¿te pasa algo? - Pregunta casi hasta preocupado. ¿Pero qué se ha creído?

- ¿Qué si me pasa? No sé, Harry... Tú sabrás. Anoche nos besamos. ¿Eso es algo? Ah no, espera, que ahora viene lo mejor. Anoche nos besamos, sí, y hoy vengo al centro comercial con mis amigas a pasar la tarde y me encuentro con... esto. - Digo enfatizando y mirando a la chica, que tiene los ojos abiertos como platos. - Aunque ahora que lo pienso, tú solo me pediste que fuésemos amigos, ¿no? ¿Qué clase de "amiga" se enfadaría si ve al chico que besó la noche anterior de lo más acaramelado con una rubia imponente paseando por el centro comercial? - Mi tono de voz se eleva cada vez más.

- Oh... Tú debes de ser Brooke... - Dice la rubia.

- Esto ya es el colmo. ¿Le hablas de mí a tus ligues? ¿Qué va a ser lo próximo? ¿A tu madre? Oh, sí, ¿y qué le dirás? Ya lo sé, le dirás que juegas con mis sentimientos y luego te quedas tan tranquilo, pero oye, que ya me enfado y grito yo por los dos, tú no te preocupes. - Cuando acabo de hablar, me doy la vuelta y empiezo a andar hacia mis amigas, que observaban atónitas la escena al igual que algunos clientes y dependientas de las tiendas de alrededor.

- No, Brooke, espera, tiene explicación. - Harry grita desesperado.

- Ah, ¿si? ¿Cuál? - Va a abrir la boca, pero lo interrumpo. - No, espera, ¿qué me vas a decir? ¿Qué no es lo que parece? No sé lo que te parece a ti, pero a mí, me parece que te puedes olvidar de que existo, ni siquiera recuerdes mi nombre, ni dónde vivo, olvídate de mí, Harry.

Y tras decir eso mirándole profundamente a los ojos y acabando casi en un susurro, agacho la cabeza y me voy. Se me ha arruinado una tarde genial. Solo quiero llegar a mi casa y llorar. No entiendo por qué, pero todo esto me ha afectado demasiado. Me duele que Harry sea así. Yo pensé que, después de lo de anoche, sería todo diferente. Me equivocaba.

Nothing is as bad as it seems. [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora