Entre rizos y papel

Punto 1: Hogar

¿Por donde empiezo?... Bueno la cuestión es que vivo en una ciudad la cual puede ser fácilmente descrita como pequeña y predecible, a la gente de aquí la pueden etiquetar y separar en grupos aunque con esto no me refiero a que no haya diversidad, no, todo lo contrario, a ver te explico: estan los ratones de biblioteca, los idiotas, los idiotas no tan idiotas, las tipas con grandes escotes, pequeñas tetas y baja autoestima, los casanovas, los que nadie conoce y los que conoce todo mundo, los buenos samaritanos y los hijos de puta, las ñoños creídos y sus amigos inventados, los asombrosos deportistas con un futuro tan brillante como su dentadura (si obviamos a Frank quien perdió un diente en alguno de sus partidos de fútbol americano) y sus hermanas muy muuy muuuy bien dotadas... que por cierto hacen porras, las niñas consentidas y las no tan consentidas, los mocosos estúpidos y sus hermanas mayores, en fin en ciudades de mala muerte como esta, ni tan pequeña como para que todos se conozcan ni tan grande como para no conocer a nadie hay de todo, sip como leíste, de-todo y entre ese desastre estoy yo, la extraña y bizarra mezcla de todos estos subgrupos (si apartamos un poco a las porristas pechugonas del contexto) Thomas, un poco de todo y un poco de nada, un chico de los suburbios con una vida por delante... creo, en fin, yo soy nada más y nada menos que otro habitante de esta ciudad tan maravillosa como asquerosa, en la cual vivo y de la cual me alimento, soñando cada día poder salir de aquí.
Supongo que soy uno más en el lote.