Dos barcos en la noche {CaptainSwanAU}

Capítulo 52: Aunque sea lo último que haga

-¡Es suficiente!- Regina dio un sonoro golpe en la mesa con su jarra de cerveza, haciéndose escuchar entre el variopinto grupo de piratas que tenía en frente de sus narices. Se encontraba en un antro de mala muerte que no le agradaba lo más mínimo, su antigua pareja, Robin, solía frecuentar lugares de ese estilo, no muy aptos para la realeza, sin embargo, con él llegaba a encontrarlo incluso divertido, ahora no sentía ni un atisbo de diversión. Cuando los guardias reales capturaron a Garfio, había conseguido escapar con parte de la tripulación y esconderse en una taberna cercana, el resto debían de encontrarse en las mazmorras, aunque sus camaradas no parecían muy afectados por ello, eran una panda de hombrecillos egoístas que apestaban a ron, Regina se sentía como si estuviese intentando hablar con simios -Dejad de gritar por un segundo y escuchadme-

-Esto es aberrante- Bufó uno de los piratas -No pienso seguir las órdenes de una muchacha-

-Para empezar- Corrigió Regina muy recta y con expresión solemne -No soy ninguna muchacha, soy una Reina. Y además, si todavía te queda alguna neurona en ese pequeño cerebro tuyo, tal vez podrías recordar que soy mucho mas poderosa que cualquiera de vosotros- El hombrecillo la observaba con los ojos como platos -Así que si vuelvo a escuchar un comentario así, te convertiré en una pluma de escribir, para que por lo menos tu patética existencia tenga alguna función. ¿Me he expresado con claridad?- Regina miro en en derredor y se percató de que más allá de la tripulación de Killian, había otro grupo de hombres y mujeres apiñados en una mesa individual, observando la escena con mirada feroz, parecía que estuviesen compartiendo un enorme plato de carne. Todos los presentes, incluido el grupo del fondo, la miraban de hito en hito. Los piratas asintieron al unísono -Bien- Prosiguió una vez establecida la calma -La Princesa y vuestro Capitán están encerrados en Palacio, nuestro objetivo es sacarlos de allí-

-Brillante plan- Comentó otro hombre de mediana edad con un parche en el ojo y una botella de ron en la mano -¿Cómo piensas llevarlo a cabo?- La mirada de Regina se dirigió involuntariamente al grupo en el fondo de la taberna, la mayoría habían desviado su atención al plato de carne pero algunos todavía la observaban con curiosidad

-Necesitamos reunir un ejército-

-¿Quien querría luchar al lado de una bruja y un puñado de ladrones?- Inquirió el hombre del parche en el ojo

-Aunque te sorprenda, existe mucha gente dispuesta a luchar por las buenas causas, y esta es una causa que nos incumbe a todos, no podemos dejar que Hans se apodere del Reino, debemos protegerlo, tanto a él como a la heredera del trono- Con fascinación, Regina observó como los rostros de los piratas cambiaban radicalmente, a la vez que se agachaban dedicándole lo que parecía una reverencia. Una sonrisa de satisfacción asomó por su rostro, ¿Tanto efecto había hecho el discurso? Sin embargo, sus ilusiones se disiparon cuando escuchó una voz conocida alzarse entre el murmullo

-Regina...- La piel se le erizó, no podía ser...Dio media vuelta esperando que aquello se tratase de una pesadilla...Y allí estaba. Blancanieves. Habían pasado los años pero seguía igual, aquella cara risueña, aquel pelo negro como la noche, aquella piel lechosa como la propia nieve. Aquellos ojos llenos de compasión

-Tú...- Regina pasó tantos años planeando su venganza contra aquella persona...Y ahora que la tenía cara a cara, no encontraba las palabras

-Regina, yo...-

-Hace años- Le interrumpió con expresión inalterable -Hice una promesa, ¿Te acuerdas?- A Blanca le temblaba la voz y estaba incluso más pálida que de costumbre, observandola de nuevo, podía ver el parecido con su hija

-Que acabarías con mi felicidad...-

-"Aunque sea la ultima cosa que haga"- Dijo recordando las palabras exactas que pronunció hacía ya 30 años