Mientras estaban sentados, aún llorando abrazados, se acercó una oficial enfadada de los lloriqueos, se posicionó enfrente de la triste pareja e hizo cara de aburrimiento.- ¿Qué hacen aquí? - habló demasiado fuerte para captar la atención de la pareja.
- Vengo a entregarme. - susurró Harry apenas audible, temblaba de nervios.
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
- Sin besos. - reclamó la oficial haciendo bufar a la pareja.
- Vendré a visitarte, bebé. - susurró Camila, tomando las manos del ojiverde.
Harry asintió, sollozando de nuevo y aferrándose a su novia fuertemente. No era tan fácil pensar en todo lo que soñaban con su futuro y de un día a otro, dándole una pausa a sus planes. Sin embargo, lo más duro, era despedirse de la chica que amaba.
- Mila, tienes que seguir activa con mi pagina.. Sabes que las personas me aman.- susurró él con tono orgulloso.
- Styles. - rodó los ojos.
- Cabello. - dijo con tono de indignación.
- Creo que es hora de irme, cariño. Vendré a visitarte cuando pueda. - tomó las mejillas del ojiverde para unir sus labios.
- Pasa por aquí, Styles. - indicó la oficial señalando una puerta negra.
Harry sólo pudo hacerle señas con la mano a su novia en forma de despedida, aterrado por su nuevo día en prisión.
- Pasa. - abrió la puerta, empujando al rizado hacia adentro.
- Primero, mirarás hacía acá y pondrás la cara que se te cante. ¿Ok? - indicó una morena oficial, tomando la cámara.
Harry miró su camisa para buscar su nombre, al encontrarlo, sonrió un poco y volteó hacía la cámara.
- Sí, señorita Mendez. - asintió para poner su mejor sonrisa.
- Todavía no mencionabas mi apellido y ya te había tomado la foto, sal de aquí. - señaló la puerta.
- ¿Qué? Pero si no estaba listo..
- No me importa, mierda, que salgas dije. - ahora señaló al rizado para después volver a señalar la puerta.
Harry salió suspirando, mirando cada parte de aquella prisión, hasta que llegó al comedor donde todos los reclusos voltearon a verlo.
- Mira pendejo nuevito, quiero que sepas que yo mando aquí, puto. - se acercó al rizado ojiverde, hablando español y empujándolo.
- Disculpa, no te entiendo..- se alejó Harry de ése chico.
- Veo que conociste a Zayn. - susurró cerca de Harry un chico de cabello rojizo.
- Sí bueno, no entiendo lo que dice.-
- Ah, es de la pandilla hispana. Mira..Tenemos varias pandillas; Negros, hispanos, blancos y los de oro, por cierto, soy Nick pero llámame Nichols. - me guiñó el ojo.
- Un gusto, Nichols. Yo soy Harry Styles. - sonrió un poco feliz por ya conocer a alguien.
Harry se sentó junto a Nichols y también otros chicos como: Lorn, Boo, y el chico de yoga. Estaba comiendo tranquilamente, cuando escucho los gritos de los demás.
- De seguro está bien bueno, el pendejo. -
- Miren al blanco nuevo, de seguro es racista.-
- Uy papi weon, acá te espero en la cama sin pantalón flaite. -
- Ne ostavili v pokoye ((no se quede solo)) soy Red. - estiró su mano al ojiverde que sin dudarlo, la tomó.
- Styles..-
Red pasó algunas cajitas de yogurt a mis compañeros, pasándome uno a mí por último, guiñándome un ojo.
- un regalo de bienvenida. -
- Qué bien, porqué aquí la comida es mierda. - río tomando el yogurt.
Al ver que nadie había reído, supo que algo raro había pasado mirando a cada uno.
- Red hace la comida. - dijo Nichols, mordiendo su labio para no reírse.
Red se fue de nuestra mesa, algo indignado y enojado.
Mi primer día y ya tengo mi primera cagada.- Estúpido. - susurró Boo.
^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^
Al día siguiente, Harry salió de su habitación para ir al comedor.. Se acercó y hizo fila para pedir su comida y cuando llegó el momento de pedir su comida, Red lo ignoró.- Siguiente. - dijo Red pasando algunas bandejas.
- ¿Qué? - grito el ojiverde con el ceño fruncido.
- Quítate, hijueputa. - grito también un chico empujándolo.