«ÉL ES MI HERMANO, KENDALL».
(Justin).
Me había pasado todo el día buscando a Madison y al fin la encontré, en la cafetería leyendo un libro, llegue a ella y me senté a su lado, le quite el libro de las manos y se limito a mirarme.
-Hola.-le dije.
No hubo ninguna respuesta.
-Mira entiendo que estas enojada y...
-No es verdad.-me interrumpió.
-¿El que?.-la mire confundido.
-Lo que te dije... No es verdad.
-Y... ¿Porque dijiste eso? Yo lo único que quería era ayudarte.
-Pero yo te quiera proteger de que no te hicieran daño, y por eso te lo dije... Para alejarte de mi.- termino de decir y suspiro.
-Pero no hacia falta te dije que...
-Pero igual ya no importa, alguien ya los acuso y no trdan en venir a buscarme.
-¿Como? ¿Quien lo hizo?.-no podía dejar que le hicieran daño.
-No lo se, al parecer alguien que vio lo que hacen o no se... Solo quiero y espero que no pase nada.-dijo preocupada.
-No pasara nada, ya veras.-dije tomando su mano.
-¿No te iras?.-preguntó de repente.
-Nunca.
-¿Porque me ayudas?.
-Fácil, porque siempre estas sola y pensé que contigo pueda tener una larga y diferente amistad.
-¿Diferente?.
-Sí, pues no se exactamente que quise decir con eso pero si quiero que sea diferente.-lo dije tan rápido que me quede sin aire.
«¿Eres estúpido o que?, prácticamente le diste a entender que quieres ser su amigo de esos que se besan».
Estas loco yo solo... No se que pasa.
«Creo que alguien empieza a enamorarse de una chica castaña».
Callate no ella es mi amiga ¿no?.
Después de una larga discusión con mi mente me sacó de mis pensamientos.
-Disculpa, ¿Estas bien?.
-Eh... Sí, solo estaba pensando un poco, ¿qur me decías?.
-Ah... Que igual no quiero que te vean conmigo, no me gustaría que te dijeran cosas como a mi.
-Pero quiero...
-Yo sé, que es lo que quieres y gracias pero no quiero hacer de tu vida un infierno.-dijo y se marchó.
(Madison).
Estaba en mi casa sola, como siempre, mi mamá trabajaba prácticamente todo el día, mi padre se había ido de la casa hace dos años, pero igual no me hacia falta porque tenia a mi madre, tengo un hermano él tiene 18 años su nombre es Kendall, no vive con nosotras él se fue a estudiar a Londres la universidad, lo extraño mucho y espero que en las vacaciones pueda venir a vernos.
Fui por algo de comer a la cocina, hice un sándwich cuando tocaron el timbre. Fui a abrir la puerta y no dude en tirarme hacia él y darle un abrazo, si así es mi hermano había venido, pero aun no son vacaciones, pero eso que importa, lo que importa es que esta aquí, conmigo, y espero que no se valla nunca mas no llevamos muy bien.
-Hey animal, me asfixias.-dijo el riéndose.
A pesar de que eramos hermanos lo parecíamos, el era guapo y yo fea, él tenia los ojos verdes y yo cafés un poco claro, pero aun así lo quería muchísimo.
-Valla, veo que no has cambiado hermanita.-dijo él.
-No seas idiota.-dije pegándole en el hombro.
-Y cuentame has hecho.
Le empecé a contar todo, desde el primer día que se fue, hasta ahora, y también le conté lo de Justin, que no sabia que hacer y como mantenerlo alejado de mi para que no le dijeran nada, al final mi hermano pensó un poco y dijo:
-¡Lo tengo!.
-¿Que tienes?.
-Creo que ya se que hacer, mira ven vamos.-Me halo escaleras arriba hasta mi habitación.
Cuando llegamos me sentó en la silla de mi tocador, la volteo y empezó a hacer algo que jamas imagine que sabría hacer... Me estaba arreglando.
-¿Estas seguro que te gustan las chicas y que no eres gay?.-me asustaba solo de pensarlo.
-Claro que me gustan las chicas, por eso mismo sé hacer estas cosas, porque cuando iba de fiesta con mi novia y pasaba por ella, veía como lo hacia, además solo es un par de cosas hermanita, si no estas tan mal.
-¿Osea que tienes novia? ¿Vino contigo? ¿Me cae bien? Porque si no lo lamento pero no...
-No Madison, no tengo novia.-dijo como harto y triste.
-¿Quieres contarme?.
-Espera que ya casi acabo.-solo esto y listo.
Cuando me levanto de la silla y me mire en el espejo, quede sorprendida, mi cabello estaba como con hondas suaves por la trenza, no tenía los lentes y tenia las pestañas pintadas y valla que eran largas, nunca lo note, mis labios tenían puesto un labial rosa bajo, pero mi cabello era lo que mas me gustaba, era largo castaño y me llegaba como a la cadera, me encantaba.
Por otro lado mi hermano estaba hurgando mi armario y entendí lo que buscaba cuando dijo.
-Hermanita tu ropa esta demasiado como para una anciana de ochenta años, pero encontré esto.-dijo mostrándome unos jeans azul marino ajustados, una camisa blanca de tirantes lisa, una de mis favoritas camisas de botones a cuadros rojos y negros ah y unos Vans blancos.
-Cambiate.-me ordeno.
-No creo que sea...
-Claro que si, no digas nada, solo ve y metete en el baño y cambiate.
Obedecí y así lo hice, me puse todo el conjunto y como no había espejo en el baño de cuerpo completo, salí pero al ver la cara de Kendall seguro me quedaba horrible.
-No te rías, te dije que era mala idea.-dije a punto de meterme en el baño de nuevo pero se levantó rápido de su asiento y me halo hasta un espejo de mi habitación.
De verdad me gusta, era como ser otra persona.
-Estas... Hermosa Madison, así vas a poder conquistar a tu chico, quiero decir, tu "amigo".-dijo haciendo comillas con los dedos.
-Es solo un compañero, y así no me siento que sea yo, siento como se estuviera disfrazada de chica linda.
-Pero esa eres tu, tienes que aprender a quererte como eres, Madison, eres buena persona y solo eso te hace linda, sin necesidad de tener un buen cuerpo y cara bonita.
-Voy a intentarlo, pero para mañana ¿que me voy a poner? Esto era lo único que tenia.
-Vamos de compras, yo también tengo ganas de salir, distraerme y que mejor que ir contigo.
Acepte, tome una bolsa café claro y puse todo lo necesario ahí y salimos.
Kendall en multimedia. (Grant Gustin).
