(Madison).
Estaba con Justin a pesar de que le dije que no podía seguir a su lado, la verdad yo tampoco podía estar separada de él y es algo tonto porque solo llevamos un día sin hablar, igual y necesito averiguar que quiere hacerle Selena a Kendall, bueno pues esperemos.
(...)
Sonó el último timbre avisando que las clases por hoy habían acabado, guarde mis cosas en la mochila, me la colgué en los hombros y salí de ahí, iba caminando por los pasillos hasta que salí del colegio, iba caminando y sentí que me seguían, no le di importancia y seguí, pero después alguien tocó mi hombro y me asuste a lo que reaccioné y di una bofetada al que había hecho eso.
-Ayyy... Si que pegas fuerte he señorita.-dijo esa voz que se me hacia conocida.
-Perdón pero me asustaste.-dije molesta.
-Sí, lo siento pero no había otra forma de llegar a ti.
-Pudiste haberme gritado idiota.-dije riendo.
-No me lo vas a creer pero... No recuerdo tu nombre.-respondió tocándose la nuca como acto de nerviosismo.
-Madison, Madison, Madison, Madison, Madison, Madison, Madi...
Sentí que algo me chocó en los labios, y frente mio estaba Mario moviendo sus rosados labios al compás de los mios, eso me recordó a los besos de Justin... ‹Deja de compararlos, no son la misma persona›.
Se separó despacio de mi para después decir:
-Perdón pero no te callabas.-reí.
-Pues no recordabas mi nombre.-ahora rió él.
-Lo olvidaré más seguido para que tu me lo recuerdes así y luego yo poder callarte así.
-Eres un idiota me acabas de conocer y ya me besas.
-Perdón, yo no tengo la culpa de que seas una chica linda.-reí escandalosamente.
-No digas idioteces son puras mentiras, yo soy horrible.
-No son mentiras, eres hermosa con tu cabello de comercial para shampoo, y tu sonrisa encantadora... Y que me dices de esos ojos cafés claros que en el sol se tornan de un leve verde.
-Te digo que son mentiras, yo no soy mas que una chica estúpidamente fea y sobre todo con cicatri...-eres una idiota Madison, ¿porque cuentas tu secreto?.
-¿Que? ¿Escuche bien?.-me miro confuso.
-No, te dije que me tenía que ir, adiós.-dije y me disponía a caminar pero me tomo por una muñeca haciandome que haga un sonido de dolor, por los nuevos cortes.
-¿Puedo?.-dijo refiriéndose a mis muñecas.
-Mario yo...
-No digas nada no voy a juzgarte, solo... Solo quiero ayudarte.-me interrumpió.
-Esta bien.-respondí.
Él fue subiendo mi manga con cuidado y una ves arriba miro las heridas, paso su dedo con cuidado por estas y al ver que hice una mueca de dolor, lo aparto rápidamente y depósito un beso en mis heridas.
-Sí, lo se soy una estúpida, una tonta, una idiota, una cobarde...
-No, no eres cobarde, porque creo que has visto cosas que ninguna otra persona, has recibido la mayor cantidad de criticas que nadie, has escuchado cosas que te duelen, y creo que ahora también aguantas el dolor de tus heridas... Creo que no eres para nada cobarde.-eso es lo que yo estaba necesitando oír desde hace mucho tiempo.
-Gracias.-dije y en un acto repentino me lancé a sus brazos.
-¿Sabes? Creo que soportas más el dolor de tus heridas que el de tu corazón.-comentó mientras acariciaba mi cabello de arriba abajo, mientras yo tenia la cabeza en su pecho.
-Me tengo que ir a casa.
-Yo te llevo.-dijo y tomo mi mano para empezar a caminar.
(...)
Habíamos llegado y en todo el camino un silencio horrible se apoderó de nosotros, pero cuando llegamos me pidió mi numero de celular y se lo dicte, mientras él lo tecleaba en su móvil.
-Bueno linda, ya estas en casa me llamas si necesitas algo o no te sientes bien ¿va?.-dijo entregándome un papel con números.
-Esta bien, de verdad gracias por no juzgarme y ayudarme, de verdad.
-No soy nadie para juzgarte.-me miró unos segundos y después dejo un beso un mi mejilla para después decir un:"Después nos vemos" y marcharse.
Entre en casa y mamá esta en la sala sentada revisando unos papeles.
-Hola ma, ¿y Kendall?.-dije después de haber dejado un beso en su mejilla.
-Dijo que iría con una amiga, con eso de que hoy le entregaron el auto que había comprado en Londres, se fue con el y dijo que llegaría en la noche.-me quede tiesa solo de pensar que se pudo haber ido con esa idiota.
-Bueno, creo que iré a mi habitación.-dije y subí las escaleras.
Una ves ahí deje mi mochila en la silla de mi tocador, me acosté en i cama pensando como le diría Kendall lo de Selena, si ahora esta más que obsesionado con ella y eso que la acaba de conocer, ¿de verdad no se pudo buscar otro idiota que no fuera mi hermano?.
Pues lo que sea de cada quien mi hermano mayor era bastante atractivo desde que era un niño, antes era rubio pero ahora su cabello se volvió castaño, me quede dormida pensando en mi hermano, me preocupaba que le hiciera daño.
(...)
Después de no se cuanto tiempo estar dormida el sonido de unos golpes en la puerta me despertó de mi sueño.
-Pase.-dije aun adormilada.
-¿Que haces dormida a las 7:30 de la noche?.-era Kendall.
-Me quede dormida.-respondí aún con los ojos cerrados.
-¿Que me andabas buscando?.
-Eh... ¿si?.
-Espera antes de que me digas lo que me tenias que decir, te tengo que contar algo.-era mi imaginación o mi hermano estaba muy contento.
-Estas muy feliz comparte con tu hermana la razón por la que estas así.-dije sentándome en la cama, pero obviamente yo ya sabia o estaba segura de cual era la razón.
-¿Te acuerdas de la chica tu amiga la que llegó con nosotros a la mesa la ves pasada?.-si, era lo que yo pensaba.
-Si, no es mi amiga precisamente pero dime, ¿que pasa con ella?.
-Ah pues sé, que vamos muy rápido pero tengo claro lo que siento y me hace sentir así que le pedí que fuera mi novia.-era broma ¿verdad?.
