Capitulo 4: los sueños nunca se equivocan

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Estaba soñando que yo corría de algo o de alguien lo cual no sé que era hasta que llegue a una casa donde había una mujer sentada en un silla mirándome la cual le pregunte: si me podía dar refugio para que la cosa no me hiciera nada solo que la mujer tenía en la mano un libro de conjuros y maldiciones tenía una capucha encima y unos ojos de color gris cuando de repente la cosa derrumbo la puerta y la mujer solo con una mirada hizo que la cosa se fuera corriendo y me miró y me dijo ya que te salvé la vida es hora de que tu me hagas un favor pero en ese momento desperté y estaba en una casa diferente no era ni la mía ni la de Rocko ni la Kail y mucho menos la de Federico

-Eh....Hola hay alguien?

Y de repente se abrió la puerta y era Alaid

-hola pequeño dormilón jajaja

-que paso? (Dije muy confundido)

-pues tuviste un poco de epilepsia y caíste es un sueño profundo

-si profundo y extraño y los demás donde están?

-están abajo hablando y eso

-esta es tu casa?

-si es mi casa y mi cuarto jaja

-a ok jeje ¿Qué hora es?

-son las 8:00 de la mañana

-guao es demasiado tarde mis padres deben estar preocupados, ¿te puedo hacer una pregunta?

-si claro tranquilo

-¿ustedes duermen?

-pues sí pero desde las 12:00 de la tarde del mediodía hasta las 11:00 de la noche.

-guao aquí es raro el horario allá es desde la noche hasta la mañana

-a ok para nosotros también es raro su horario

-pues Alaid creo que me voy gracias por todo dile a las personas que me tuve que ir rápido

-nah... Tranquilo no hay problema

Entonces le di un besito en el cachete y baje las escaleras y salí por la puerta de la cocina ya que las personas estaban en la sala y fui para el árbol pero tenía un problema como iba a esconder la herida de mi. Brazo aunque estaba más reducida y se puso del mismo color de mi piel la esposa de Federico tiene unas manos milagrosas jaja y se me ocurrió una idea que tenía que esconder la herida con un abrigo esta ves fue menos complicada la llegada ya que aparecí en una de la esquina de la fuente sin mojarme y entre por la puerta del patio de mi casa tome un abrigo me lo puse y me fui al sótano e hice como si me había dormido en el sótano moví algunas cosas y mi madre bajo a ver qué estaba pasando y me vio levantándome supuestamente

-hijo te quedaste dormido aquí?

-pues si mama estaba con mi teléfono y de repente caí dormido

-jaja bueno ven a desayunar

Y entonces subí a desayunar y estábamos en la mesa y mis padres terminaron lavaron sus platos y se fueron para arriba y quedo yo con mi hermano Nicolás

-y cómo te va hermanito ya pronto empiezas las clases no? (Le dije yo con naturalidad)

-si pues aún falta mucho pero bueno

La ciudad de la media nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora