Me froté los ojos con incredulidad, pero aquel nombre seguía plantado en la hoja de papel y yo continuaba tratando de disipar aquella más que clara realidad. ¿Para qué tendría un libro de...?. Me puse a contar con los dedos dónde se posicionaba mi apellido ¿¡De mi abuela!?. Tragué saliva con el nervio aún agolpándose en mi interior ¿Qué me esperaría al leerlo? ¿Estaba bien? bueno, al fin y al cabo es un diario, pero ¿Estaría preparada para leerlo? Aquello encerraba tantas dudas... era tan complicado.
Me quité las gafas y froté el puente de mi nariz, como si tratase de respirar un poco de calma, pero el libro continuaba abierto por la misma página, mostrándome aquel nombre; invitándome a conocer a mi abuela. Yo, por supuesto, era una jovencita de 16 años con una supuesta madurez que me ayudaría a tomar la decisión correcta ¿Leer? o ¿No leer?; esa era la cuestión. Pero para ello, también necesitaba una opinión que no fuera solo mía... y yo ya conocía a quién acudir.
Deslicé mi cuerpo con cuidado por las tejas de color rojizo, sin hacer ruido. Me colé de vuelta a la habitación por la ventana y abrí los ojos con impresión al ver la cara de disgusto que tenía en frente; aquella mirada verdosa tan intensa me tenía petrificada sobre mi sitio. Ese incómodo silencio bastaba para explicarme lo enfadada que debería de estar Keyra.
-Ehm... h-hola ¿Qué... qué haces aquí?- pregunté dubitativa, pero me llevé la mano a la cara al notar la estúpida pregunta que acababa de hacer - Yo... lo puedo expl- pero ella me interrumpió.
-¿¡ Qué narices hacías ahí!? ¿Sabes acaso lo peligroso que es? Encima me preguntas que qué hago... ¿Eres tonta? ¿¡Qué pasaría si te llega a pillar otra haciendo lo que hacías!?- estaba descontrolada y de muy mal humor; tanto que casi me asustaba... casi, me había llamado tonta y yo... yo hervía de ira.
-¿Cómo me dices tonta? ¿Quién te has creído? ¡La tonta eres tú por meterte donde no te llaman!- Le solté y ella me miró en silencio, sin expresión visible alguna. Cuando acabé, pareció ablandar la mirada y sus labios se abrieron con suavidad para decir.
- ¿Sabes una cosa? haz lo que te dé la gana- se encaminó a la puerta y la abrió, pero soltó antes de irse -Aunque no cuentes conmigo para ayudarte- y giró el pomo lentamente, pero yo corrí a ella y le tomé de la mano, respiré muy profundamente y exhalé un "te necesito" como un susurro que ni yo creía haber dicho. Ella giró la cabeza lentamente con las cejas arqueadas de sorpresa y yo simplemente me quedé observándola hasta que ella me devolvió las palabras -Vale- fue su única respuesta.
A veces no encontrábamos una forma de resolver las cosas que no fuera el discutir hasta cansarnos, pero, en cualquier caso, siempre llegábamos a un acuerdo y dábamos con la solución; incluso peleándonos nos entendíamos como dos hermanas cualesquiera.
Suspiré al ver la seriedad que mostraban sus ojos; aquel silencio sepulcral me estaba carcomiendo por dentro, pero es que no me salían las palabras.
-¿Y bien? Primero de todo quiero una explicación- empezó con la dureza surcando su frente, pero luego suavizó su mirada y descruzó sus brazos para abrazarme con ternura -...Y luego quiero que te sinceres conmigo. Siempre- me sonrió con dulzura sin dejar el abrazo -Cuéntame qué te preocupa- dijo y se sentó en frente de mi agarrando mis manos. A pesar de ser menor que yo, parecía mi hermana mayor.
Suspiré y la miré fijamente para hacerme a la idea de qué debía contarle, pero, antes de nada, necesitaba decidir qué haría con el libro o diario o lo que quiera que fuese. Tragué saliva y carraspeé en bajo para comenzar a hablar.
-Bueno, la verdad...- volví a suspirar sin mirarla a la cara y solté el libro en mi regazo -Este libro es de mi abuela, pero no sé qué es exactamente- le dije. A ver, un diario sé que era lo más probable, pero no llegaba a comprender ni quién lo había traído no por qué, así que solo lo observé con mirada crítica mientras trataba de hallar respuestas un poco más claras -¿Tú qué es lo que opinas?- pregunté.
-Hm... pues la verdad es que me has pillado totalmente, ¿Estás segura de que es eso realmente?- observó el libro viejo como si tratase de descifrar algo -¿Puedo?- preguntó mientras tocaba la tapa del libro. Yo asentí firmemente y ella lo tomó en sus manos para comenzar a hojearlo -Bueno, pues parece que es algo personal porque lleva nombre, año, y localización por si se pierde... además pone bien claro "Privado, no leer"- dijo con una sonrisa divertida -Pero si es real como parece, ¿Sabes lo que puede querer decir?- aquella pregunta entrañaba tanto misterio como el diario en sí, ya que tenía muchas salidas y probabilidades; pero todo ello dependiendo desde dónde se mirase.
-Pues la verdad es que no tengo ni idea de lo que puede significar, pero este libro viejo y desgastado parece algo más que un recuerdo-. Lo observé detalladamente; tenía unas manchas color marrón ferroso en los rebordes y extrañas texturas se formaban al pasar los dedos por su portada. Sin duda era un verdadero misterio sin resolver... y yo adoro los misterios, pero no tanto leer.
-Bueno, veas lo que veas o lo mires desde donde lo mires, solo significa una cosa- dijo con una sonrisa pícara y se calló. Aquel breve silencio de diez segundos casi me mata... bueno, exagero, pero me incomodó bastante hasta que por fin soltó -¡Tienes que leer el libro para descubrirlo!- chilló con emoción.
Para mí aquello suponía una auténtica pérdida de tiempo, pero mi amiga tenía razón, después de todo.
-Uf, no sé... es que suena a rollo y no sé si merece la pena realmente- dije gimoteando -¿Y si no me ayuda a nada? ¿Y si descubro algo que no me gusta? como... ¡Que toda mi familia murió y estoy sola! o que... que nunca me quisieron y que son aristócratas o... que sea la hija legítima de algún rey o... que mis padres eran peligrosos y me abandonaron o que...- no pude continuar.
-¡Ya basta Lucy! estás siendo realmente paranoica con todo esto- se había puesto muy seria y andaba de un lugar a otro de la habitación -¿Y si...? ¿Y si...? ¿¡Y si te callas!?- me dijo furiosa. La verdad es que tenía muy, pero que muy poca paciencia, pero es comprensible porque sino ¿Quién me habría parado?. Luego se relajó un poco y me miró aunque sin perder la seriedad -Bueno, pues qué mas dará si no te ayuda a nada, es sólo un libro... ¡Es para entretenerte y descubrir cosas!- dijo y luego respondió a todas y cada una de las preguntas con calma y orden -En primer lugar; no estás sola porque aquí me tienes. Después, si son aristócratas y no te quieren ¡Es su problema!; y si eres la hija legítima de un rey, pues mejor para tí porque seguro que volvería porque serías su princesa probablemente te habría dejado aquí para protegerte y...- la estaba observando con la misma mirada de poca paciencia que ella antes a mí, pero siguió hablando - Y si eres la hija de alguien peligroso y que encima te abandona, pues mejor para tí- me dijo, pero viendo que abriría la boca continuó -Y cualquier otra razón da exactamente lo mismo, porque lo que importa ahora es leer ese libro para saber exactamente qué es lo que lo trajo hasta tí, y si eso implica que descubras la verdad, ¿De qué te quejas? No tienes absolutamente nada que perder leyendo ese absurdo diario; es más, si al final puedes disipar tus dudas, entonces habrás ganado algo-. La verdad es que sonaba convincente.
-Bueno... no tengo nada que perder y...- empecé como un susurro tímido.
-¿Y?- dijo con los ojos brillando de emoción y triunfo.
-¡Y que comience la aventura a través del diario!- chillé impulsada por los nervios de conocer aquella verdad.
***
Bueno, ya vemos que Lucy se va soltando un poco, pero ¿Qué pasará a continuación? ¿Cómo empezará el diario? ¿Podrá Lucy leerlo?. Como ha dicho Lucy: La aventura a través del diario, ha comenzado.
A ver, creo que me he decidido a hacer que esto forme parte del prólogo ya que como primer capítulo no era muy coherente (que ahora empezaré) y que sin duda da pie al verdadero nudo de la historia. No sé si lo fusionaré con el primer trozo, pero trato de hacerlo largo e intentaré cambiar lo menos posible la historia a partir de ahora, pero solo espero que todo el que lea este libro lo disfrute tanto como yo al escribirlo y, bueno, qué decir que me encantaría algún comentario por el lugar... ¡Adoraré escuchar cualquier cosa! (siempre y cuando no sea negativa ni publicidad indeseada plis.
Así que ¡Que disfrutéis!
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Donde las historias se cruzan© (pausada)
Historical FictionHay quienes dicen que, a través de las historias que los libros encierran, podemos viajar al pasado de otros e incluso llegar a descubrir nuestra propia historia. Pues si bien no lo sabemos, cada historia se enlaza con muchas otras y son esos lazo...