No veía nada, simplemente, me guiaba por mi tacto. Iba atravesando aquel sitio oscuro rodeando los obstáculos y deslizando las manos por las paredes, muy lentamente, sintiendo cada arruga y grieta de la pared. Iba descalza, ya que podía notar el frío suelo en el que estaban apoyados mis pies. Paso a paso me acercaba más a mi objetivo, una sensación de angustia me invadía cada vez más, intentando llegar hasta aquel sitio, sobre el cual tenía una sensación familiar. Mis demás sentidos empezaban a despertarse, podía oler humedad, respirar el frío aire...Pero lo más importante, escuchar aquella voz. Una voz dulce y melódica la cual me calmaba enormemente sin saber porque. Era mi objetivo en ese momento, seguir su sonido sin importar los obstáculos, el frío o mi angustia. Eran pequeños susurros que iban aumentando cada vez más hasta convertirse en una palabra, una palabra que se repetía y desvanecía en el gélido ambiente. Después de algunos pasos más, la entendí completamente...
- Bienvenida -decía esa voz-
Automáticamente, la habitación se iluminó completamente y extrañamente, no había ningún mueble u obstáculo los cuales había rodeado anteriormente. Estaba completamente vacía, solo estábamos yo y el emisor de aquella voz. Ante mí, había una forma humana formada por marañas negras que medía más de dos metros con unos imponentes y enormes ojos rojos, los cuales estaban implacablemente clavados en mí, ni pestañeaban. Una gran sonrisa formada por dientes afilados y puntiagudos. Me miró de arriba a abajo y abrió la boca para hablar.
- ¿Te gustan mis trucos mentales para atraerte? -dijo aquella figura- No quiero que hables, es más, no puedes. Es uno de tus mayores agonías, el no poder hablar... Ni que te escuchen.
-... -intenté hablar pero no pude-
-Tozuda... Recuerda, soy tu enemigo. El mero hecho de que no te haya matado o destruido es porque si tú mueres, también lo hago yo -dijo sin pestañear- Te preguntarás que hago aquí o que soy. Muy bien, ahórratelo. Te voy a hacer sufrir y que me odies hasta no poder más, hasta que estés destruida física y mentalmente -dijo sin casi abrir la boca-
Después de esto, desapareció y la habitación se volvió oscura otra vez. No duró mucho este cambio, ya que cambió de nuevo. Estaba en el exterior, era un cruce de carretera de ciudad. Hacía frío y era de noche, se respiraba un aire más húmedo que antes. Yo estaba parada en mitad del cruce y no podía moverme, no tardé mucho en escuchar sirenas de coches y como estas se acercaban rápidamente hacia mi posición. En cuestión de milésimas de segundos, un gran reflejo negro pasó al lado mía, casi rozándome, y este se chocó de una forma brutal contra otro gran reflejo de color azul y rojo.
- ¿Demasiado rápido? -dijo aquella voz otra vez-
Todo volvió al principio, el frío, la humedad y la oscuridad de la noche. Esta vez y más lentamente lo volví a ver todo. Vi como un coche negro conducido por alguien, chocó frontalmente con un coche de policía. El conductor del coche de policía fue aplastado y el conductor del otro coche, salió disparado. El tiempo se paró y algo me arrastró hasta el cuerpo del conductor que estaba en el suelo, cada paso que daba me acercaba más y más, hasta que pude observar su cara. Ante mí, yacía el cuerpo sin vida de una chica con el pelo negro como el carbón, con unos ojos rojos intensos y ropa negra completamente. Ella estaba tirada en el asfalto, con varios cortes en brazos y piernas, los cuales se veían a través de cada rotura de la ropa. La cara la tenía totalmente raspada por un lado, incluso había perdido una oreja. Tenía los ojos abiertos y parecía que me estuviese mirando. A través de la mejilla que no había resultado herida, corría lentamente una pequeña lágrima. Alguien me tocó el hombro y me obligó a girarme. Era un policía local, con un uniforme casi roto y todo ensangrentado. Apretó sus labios, frunció el ceño y me habló.
- Esto ha sido todo tu culpa, ¡Monstruo! -dijo señalándome-
El policía se esfumó, y en su lugar, apareció la figura inhumana de antes.
- Eso es lo que piensan todas las personas sobre ti -dijo mientras señalaba donde estaba la chica-
Me giré y en vez de ver el cuerpo, vi solo el rastro de sangre. Sentí un gran dolor por todo el cuerpo, mis brazos y piernas estaban destrozados y llenos de cortes, tenía la cara ensangrentada y la ropa rota. Ya lo entendía, la chica, los coches, las muertes... Era un Deja Vu. Mi cuerpo empezó a correr, a pesar de los huesos rotos y los cortes, atravesó toda la calle y siguió adelante, hasta que no pudo más. En ese entonces, escuché disparos y caí al suelo. Me habían vencido, no podía moverme, solo quedaba quedarme quieta allí, en el gélido suelo. Mis labios empezaron a moverse sin yo dar la orden, apenas pronunciaron, pero lo que dije, se entendió.
- Puedes matarlos -dije susurrando-
Entonces algo en mí despertó, era aquel depredador sediento de sangre, otra vez, solo pensaba en el odio y en cortar las vidas de aquellos que me perseguían, pero mi cuerpo no respondía, solo mi alma. Volví a salir de ahí y lo vi todo desde fuera. El cuerpo de la chica se desplomó en mitad de la carretera otra vez, mientras, empezaba a llover. Sus ojos rojos pasaron a ser de color azul y sus cortes y heridas eran menos profundas. Solo le quedaba quedarse ahí tirada hasta que alguien la recogiese del suelo. Eso no tardó mucho, una ambulancia llegó a los pocos minutos y la metieron dentro, solo escuché unas palabras a las cuales no les encontraba sentido.
- Lleva muerta una hora aproximadamente -dijo alguien-
- ¡Su corazón late, pero no respira! -dijo otra voz aun más ronca-
Entonces abrí los ojos y pegué un salto hasta darme con la cama de Grace en la cabeza.
- ¡Erin me has asustado! -dijo mientras me tiraba una almohada-
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This is my demon
AksiErin es una chica distinta, especial,sobrenatural... Erin tiene un don, con el que puede escapar de la policía tanto como infiltrarse en su base. Aunque ella prefiere mantenerse al margen de todo eso y simplemente huir. Conocera a la "Resistencia" c...