5. Sorprendida

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-Encantada Sául, capitán del ejército de ataque

-Vale, a lo mejor me he venido un poco arriba -dijo tocándose la cabeza con la mano izquierda- Solo somos algunos escuadrones, pero muy potentes. Se que lo querrás saber todo sobre lo que te acabo de decir pero tu solo espera, porque recuerda, mañana hay clase.

Dicho esto, Sául guiñó un ojo, se despidió de mí con la mano y se dio la vuelta. En solo cuestión de segundos alguien me tocó el hombro para que me girara. Era Grace, con una sonrisa pícara que iba de oreja a oreja y sus ojos color avellana clavados en mí. Ella media como unos seis centímetros más que yo y eso me sacaba un poco de quicio sin saber porque. 

-Hola Erin, ¿Qué tal? ¿Te ha gustado la comedura de cabeza de Sául ? -dijo riéndose-

-Se le ve un buen chico 

- Si, ya... Hay algunas personas por aquí que no son tan buenas como parecen, así que ten cuidado, ya que tú estás en su punto de mira -en ese instante abrí la boca para preguntarle porque estaba en el punto de mira de las personas y el porque de tanto secretismo, pero ella siguió hablando- ¿Sabes qué? Me caes bien, a partir de ahora, serás mi compañera de habitación, así que... Sígueme

Grace me agarró de la mano y empezó a correr a través de los pasillos arrastrándome hasta un módulo el cual estaba lleno de habitaciones, sacó una llave de su pantalón y abrió la puerta número 131. Encendió la luz y me empujó hacia dentro. Era una habitación bastante grande para una sola persona, tenía un sofá en frente de una mesa de café, dos estantería negras y un par de baldosas al lado, las cuales estaban llenas de libros y carpetas . En otra esquina había una litera pegada a la pared gris, justamente al lado había un armario y al lado de este, un cofre verde oscuro. El suelo era de cemento, del mismo material y color que la pared, pero estaba cubierto casi completamente por una alfombra blanca, la cual parecía muy bien cuidada. 

-Me ha costado mucho trabajo conseguir todo esto, normalmente las habitaciones suelen ser la mitad, pero... Digamos que... Derrumbé un muro -dijo mirando al suelo mientras sonreía- Y el resto de muebles están sacados de... Bueno, eso no importa. Ahí están tus cosas -dijo señalando al cofre- le pedí a Max que las trajera si no le era mucha molestia. 

- Muchas gracias Grace, de verdad, no entiendo nada pero no se porque, tengo la sensación de que puedo confiar en ti, aunque apenas te conozca.

-Aquí te vas a llevar muchas sorpresas Erin, tú solo elige bien a la gente y estate atenta -dijo más seria de lo normal- Bueno, es tarde, yo me voy a ir a dormir

Subió de un salto a la litera de arriba y no supe más de ella. Yo me tumbé en la litera de abajo boca arriba, con las manos sobre la cabeza, cerré los ojos y me dormí. La luz se apagó a los pocos segundos.

This is my demonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora