Yo: María ayúdame - le decía mientras los demás estaban en el mar –
María: ¿Que paso? Xabiani?
Yo: Si, es que no quise decir nada, pero nos invitó a todos a quedarnos en su casa.
María: ¿Qué?
Yo: Si, pero no sé si quiero, bueno, obvio si quiero pero hay algo que no me deja.
María: ¿La chica con la que estaba?
Yo: Sí, creo.
María: Mira yo opino que si él te invito fue por algo, vamos, habla con él y miramos si nos quedamos o nos vamos ¿Te parece?
Yo: Ok.
Shalom: ¿De qué hablan? – María me mira pidiendo aprobación, yo le devuelvo una mirada afirmativa.
María: Xabiani nos invita a su casa a quedarnos hoy.
Lice y Shalom: ¡Ok!
Shalom: ¿Y qué esperas? ¿Le dijiste que si cierto?
Yo: No le he dicho nada.
Lice: ¿Por? ¿No quieres ir?
Yo: Claro que sí.
Shalom: ¡Entonces llámalo ya!
Lo llame, le dije que iríamos, se puso feliz todavía no entiendo bien por qué, me dio la dirección y nos dijo que nos esperaba.
Cuando llegamos la casa era gigante, tenía piscina y un inmenso jardín, tocamos y él nos abrió la puerta.
Xabiani: Hola, pasen.
Todos: ¡Gracias!
Yo: Gracias por invitarnos Xabi.
Xabiani: Tú eres la única que me dice así.
Yo: Ellos son Shalom, Lice y María, Alejo, Manny y Dylan.
En esas llego la "novia"
Xabiani: Y ella es Carolina, mi hermanastra, mamá volvió a casarse y el nuevo esposo venía con este regalito - ella lo miro mal.
Era su hermanastraaaaa, no pensé que saber eso me daría tanta felicidad.
Yo: Mucho gusto.
Xabiani: Sigan y acomódense.
Creo que las chicas notaron mi felicidad porque me dejaron sola con él.
Xabiani: Cuéntame que ha sido de ti, no sé nada de ti desde...
Yo: Desde que desapareciste.
Xabiani: Desaparecimos.
Yo: Ni un adiós, ni un qué te vaya bonito, solo silencio.
Xabiani: Jessica...
Yo: He estado bien, decidí alejarme de todo, estudie psicología, conocí mis maravillosos amigos, trabajo fuerte para ser cada día mejor ¿Y tú?
Xabiani: Yo pues estudie música, ya sabes eso, trabajo como productor, tengo un negocio aquí, por eso volví, y nunca deje de saber de ti, bueno, lo poco que tu mamá sabia me lo hacían llegar a mí, pero también te alejaste de tu casa.
Yo: Si fue una decisión mía, no quería nada que...
Xabiani: ¿Que te recordara a mí?
Silencio, silencio y más silencio, como decirle que me hizo más al irse, al dejarme, al abandonarme, que no quería nada que me recordara ese tiempo maravilloso que me hacía mal.
Yo: En parte, también quería paz, alejarme de todo, era lo mejor, otros rumbos, otros caminos, conocer personas diferentes me hizo bien, crecí como persona.
Xabiani: ¿Y el amor?
Otra pregunta difícil, como decirle que desde que se fue nadie ha sido como él?
Yo: Varios, nada serio ¿tú?
Xabiani: Tuve alguien, pero...a la final no funciono, no eras tú.
Como no sentir cosas al oírlo decir eso, fue como devolverme 8 años a nuestra historia, pero ya no somos nosotros, somos él y yo, nada más. Él vive lejos y yo estoy bien así, o eso creo, por más que este aquí ahora, nada va a cambiar que el viva a más de 4 mil kilómetros de aquí, a 4 mil kilómetros de mí.
Yo: Voy a buscar a los chicos y a acomodarme.
Fue un gran fin de semana, aun así yo solo pensaba en él, en lo dicho y en lo no dicho, en sus ojos y en su sonrisa.
Era hora de irnos, pero sentía que debía ser sincera con él, tal vez así cerrara ese ciclo 8 años después, no lo volvería a ver nunca más, el volvería a argentina y ya.
Yo: ¿Podemos hablar antes de irme?
Xabiani: Ojala no te tuvieras que ir.
Yo: Sabes, en 8 años y desde que te fuiste no he podido encontrar a alguien con el que sea lo verdaderamente feliz como lo fui contigo, y hoy aun después de 8 años siento que todavía duele que te hayas ido así y me hayas dejado, sé que suena egoísta y que tenías todo el derecho a irte, pero no sé, me dolió que desaparecieras así sin más. Después de 8 años siento que todavía te amo, o por lo menos aun amo a ese chiquillo con ilusiones de ser músico, pero las cosas han cambio y sé que no van a volver a ser así, te lo digo porque quizás así pueda cerrar este ciclo contigo de una vez por todas y lograr ser feliz de nuevo.
Él está quieto, en silencio, con los ojos cristalizados, le doy un abrazo, de esos que él me da a mí, y un último beso, ese último beso que nunca nos dimos, que ni siquiera dijimos, y me voy.
Volvemos a casa, a la misma rutina de siempre, me siento liberada y tranquila aunque triste todavía, no todos los días te despides del amor de tu vida después de 8 años, no sé qué pensaba el de todo esto, no lo deje hablar, quizás porque creo que podría ser peor.
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A 4 MIL KILÓMETROS DE MI
Short StoryNunca hubiera esperado volver a verlo, mucho menos después de 8 años, y ademas reconocerlo así no más. Era él, no lo podía creer, lo mire de arriba abajo, mi respiración y corazón se aceleraron mientras él caminaba por la playa. Era alto y guapo, e...