Tuyo siempre, Peeta.

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A/N: Esta carta se ubica entre el final de "En llamas" y el comienzo de "Sinsajo".

A continuación, pueden leer la carta. Preparen pañuelitos, hasta yo lloré escribiendola.

Buenas noches,
Luciana.

...

Katniss,

Mientras escribo en este diario que me facilitó Portia antes de nuestros primeros juegos despues de saber cuál era mi talento, deseo fervientemente que de alguna manera este mensaje llegue a ti, aunque sé que posiblemente nunca llegue... Nunca llegará.

Hace una semana acabó el Vasallaje y hace tres días me dieron de alta en el hospital tras haber perdido el conocimiento en la arena y quedar herido. Posteriormente, me trasladaron a nuestro piso.

En cuanto desperté en el hospital, comprendí que te había perdido para siempre, que en mi intento de protegerte y salvarte fallé.

Jamás me lo perdonaré.
En mi mente se repite una y otra vez ese último día en la arena, debí escapar contigo cuando me lo propusiste y aún teníamos tiempo. Me siento un completo idiota por no escucharte. Por no haber insistido en acompañarte a ti y a Johanna esa noche. Por no haber estado para protegerte. Gracias a ese error, te perdí.

Aún te recuerdo a ti prometiéndome que me verías a medianoche y el último roce de tus labios en los míos. Nuestro último beso. Fingido por tu parte, o no ese beso fue nuestra despedida. Yo creo que fue real, pero nunca lo confirmaré.

También tus últimas palabras gritando mi nombre. Yo corriendo tratando de localizarte para llegar a tu lado guiándome por tus gritos. Estábamos lejos, pero cada vez te escuchaba más cerca y eso me daba esperanzas de continuar hasta que escuché un cañón. Desesperado grité tu nombre pero, esa vez no respondiste. Algo en mí empezó a morir en ese momento al imaginarte muriendo.

No me debía rendir, estaba decidido a encontrarte y salvarte. Pero, mi esperanza se derrumbó como una torre de naipes, en el instante que las explosiones empezaron a mi alrededor y yo me caí entre la maleza, teniendo tiempo únicamente para dedicarte una disculpa silenciosa, antes de sumirme en la oscuridad, mientras todo el caos se desarrolló a mi alrededor.

Nadie quiere decirme lo que en realidad pasó, pero sé que estás muerta.
Tienes que estarlo, si no lo estuvieras, yo no estaría aquí "vivo".

El Capitolio no permitiría que hubiera dos ganadores nuevamente y mucho menos te dejaría a ti viva. Y aunque lo permitiera, sé que de estar viva estarías aquí conmigo.

Fue difícil, muy difícil despertar y no tenerte a mi lado a salvo entre mis brazos.

Una vez te dije que mis pesadillas suelen ser sobre perderte y no te mentí. Al despertar, sólo me consolaba ver que tú estabas siendo protegida por mis brazos, o tener la seguridad de que estabas en tu casa con tu familia, que no tenía porque preocuparme.

A diferencia de todas esas noches, ahora mi peor pesadilla se cumplió y ya no encuentro ningún consuelo al despertar y el dolor en mi pecho resulta mucho peor.

Cuesta tanto aceptar la realidad. Duele tanto que no entiendo como sigo vivo, como aún respiro.

He pasado todas las noches llorando y sufriendo unos ataques de rabia y dolor tan grandes, que los médicos tuvieron que sedarme y aplicarme morflina hasta dejarme inconsciente muchas veces. Lo cual agradecía, se soportaba mejor el dolor en esos momentos, salvo cuando las pesadillas volvían y no lograba despertar por el efecto de las drogas, y cuando lo hacía me daba cuenta que no estabas conmigo. Pesadillas en las que te veía morir de todas las menaras posibles, incluso por mi propia mano, ya que más allá de lo que yo puedo imaginar, no sé como acabó tu vida

Tuyo siempre, Peeta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora