Legados de Lorien: Archivos perdidos: Legados de los sobrevivientes.

Capítulo 4: Impotencia

Anteriormente, Tyson me había explicado que los legados llegan cuando menos te lo esperas, justo en el momento indicado... Pero ahora, el legado de Crysta llegó a importunarnos.

Siempre soñamos con encontrar a los otros. Pensaba que sería en otras circunstancias.

Mi primer instinto es correr a ayudar a el o ella que se encuentra en problemas, sin embargo, hay algo que me detiene: El miedo.

Los tres estamos como estatuas. Ninguno dice nada, sólo volteamos a ver en dirección a la choza donde el Garde y su cêpan deben estar, lo que nos quita esta incómoda petrificación fué la sacudida. De pronto, empieza a temblar, nos agachamos y tratamos de ocultarnos.

Tomo la iniciativa. Me voy acercando para ver más de cerca, quiero ir a ayudar, pero sé que es inútil; Aún soy muy joven y son demasiados Mogs.

Puedo verlos desde acá. Son grandes y están armados, más adelante, a unos escasos metros, puedo verla. La chica Garde corre a través del río por su vida. Es rubia y alta, como una de esas modelos surfistas.

No puedo más y me levanto.

No corro mucho pues Tyson me sujeta fuerte, trato de oponerme luchando pero me hace caer como en los entrenamientos, la diferencia es que esta vez usa mucha fuerza. No puedo moverme, Tyson está usando una llave de lucha que me inmoviliza y pone mi cara en el suelo, él sostiene mis manos y pone todo su enorme peso sobre mí, estoy paralizado y a punto de gritar. Él lo sabe y me tapa la boca, nunca había meditado sobre su fuerza, tiene la necesaria para controlarme con una sola mano y tenerme en el suelo; Jadeo y trato de levantarme, me siento ahogado, incapaz de levantarme e impotente. Él me habla al oído.

- ¡Eres un estúpido, vas a hacer que nos maten a todos! - Aún trato de resistirme. Crysta está agachada con lágrimas en sus ojos azules, se encuentra a mi lado tratando de no ser vista y pone sus manos en su boca.

Tyson sigue agachado sujetándome y a la vez ocultándose pero yo no estoy cooperando que digamos.

- Escucha, quiero ayudarla tanto como tú, pero no podemos hacer mucho por ella, lo tiene que resolver ella misma - no logro relajarme ni un poco.

Vuelvo a ver a la chica que trata de defenderse. Esta vez noto algo diferente, la chica sale y mueve sus manos y piernas haciendo cosas extrañas, es cuando entiendo un poco lo que Tyson dice. La chica tiene poderes.

Vuelvo a sentir el movimiento de la tierra. Es un legado. Ella puede causar movimientos sísmicos y eso no es todo, agita sus manos y las armas de algunos Mogs vuelan lejos; tiene telequinesis, es una luchadora, ataca con todo lo que tiene, está dando pelea.

Por un momento puedo darme un respiro, tal vez lo logre, tal vez podamos ayudarle cuando termine con ellos, ocultarla e ir a nuestro departamento para protegerla.

Ella mata a muchos Mogs, el problema es que no dejan de llegar, cuando mata a uno, otro está listo para atacar.

Mis ojos captan a un Mog que va detrás de la chica, la lucha con los otros Mogs frente a ella ha hecho que se descuide y no note a su acechador que va acercándose peligrosamente. El Mog toma su tiempo, quiero advertirle, quiero decirle que se voltee y es cuando ahogo el grito.

No es necesario que salga de mi boca, ella lo hace por mí. No estoy cerca, pero puedo escucharla, tal vez mis sentidos se han agudizado y mi oído ha mejorado. Realmente no quisiera haberla escuchado; La Garde se retuerce, le han dado la estocada por la espalda, puedo ver que fué definitiva, pues su cuerpo deja de moverse y no opone resistencia.

Los desgraciados ahora sonríen ante su hazaña. Sus malditas sonrisas no saldrán nunca de mi cabeza, levantan las manos triunfantes y toman el cuerpo de la chica.